Kevin Durant vence en la batalla de los «cupcakes»

M. P. R. LA VOZ / REDACCIÓN

DEPORTES

El alero de los Warriors se lleva la victoria en su primer partido de vuelta a Oklahoma, en medio de un gran ambiente hostil

13 feb 2017 . Actualizado a las 09:44 h.

Cuando Kevin Durant oficializó que dejaría Oklahoma para irse a los Warriors, después de ocho temporadas con los Thunder, y poco después de perder en los play offs contra el mismo equipo de Golden State que pasaba a reforzar, Russell Westbrook reaccionó en Instagram publicando una foto de un cupcake. Después se supo que el goloso dulce era usado como un chiste interno por Westbrook y otro compañero de equipo para señalar a jugadores blandos, con poca personalidad y capacidad competitiva. 

Así que el pabellón de los Thunder se llenó de cupcakes, en forma de carteles, camisetas (algunas recicladas de Durant con el equipo de Oklahoma, con el nombre tachado y en su lugar la palabra Cupcake), cánticos hacia el jugador durante los tiros libres, e incluso una niña disfrazada toda ella de cupcake gigante. Al final, Durant ganó la batalla, plasmando la distancia entre sus Warriors y los Thunder (114-130) y sobreviviendo a una noche de ambiente hostil, que tuvo su epítome en una discusión tensa entre Durant y Westbrook, la pareja despechada de la NBA, una separación entre dos estrellas dolorosa y convertida en culebrón ante los medios.

Era la primera vez que Durant regresaba a la que fuera su casa, y recibió un tratamiento de enemigo público número uno, con abucheos de principio a fin, pancartas en su contra y muchos, muchos cupcakes. La afición de Oklahoma, todavía afectada por el despecho de la separación, encumbró de paso a Westbrook, en medio de una temporada de registros históricos y camino del MVP si James Harden no lo impide. Pero Westbrook, un jugador indómito de explosividad pocas veces vista, pagó cara su sobreexcitación, perdió 11 balones (6 de ellos en el primer cuarto y medio) y no pudo frenar a los Warriors, que se fueron al descanso ya con el partido en el bolsillo.

LARRY W. SMITH | Efe

Durant reaccionó al recibimiento hostil con 34 puntos. El alero de los Warriors ha castigado a su exequipo en los tres enfrentamientos hasta el momento (los dos previos fueron en Oakland), promediando 37 puntos con unos porcentajes de 65 % en tiros de campo, 62 en tripes. De poco sirvieron los 47 de Westbrook, brillante en el tercer período, cuando los Thunder llegaron a ponerse a 12 y soñar con una remontada de película para frustrar a Durant en su regreso a Oklahoma. La reacción local vino impulsada también por el duro enfrentamiento entre las dos estrellas, masacradas en la previa a preguntas sobre si han vuelto a hablar o cuando van a volver a hacerlo, como si fueran exnovios. 

Después de un triple de los Thunder, Durant y Westbrook sí que hablaron. Se intercambiaron algún comentario y se gritaron mientras cada uno se iba a su banquillo para un tiempo muerto. Poco después, Durant fue tumbado en el suelo por Andre Roberson en una entrada a canasta. Ambos juntaron las cabezas, se susurraron algo y tuvieron que ser separados.  Al final, un triple de 8 metros de Durant cerró el debate y una noche especialmente tensa. Los jugadores de los Warriors se fueron a su avión con camisetas de cupcakes, y la NBA se pregunta cómo será el próximo All Star la semana que viene, con cuatro jugadores de Golden State y Westbrook compartiendo equipo, vestuario y seguramente tiempo en pista.