Dos de los equipos más laureados del fútbol mundial se citan desde estilos antagónicos
03 jun 2017 . Actualizado a las 19:46 h.La historia se reencuentra con uno de sus partidos predilectos. La fortuna y el balón han sonreído tantas veces al Madrid y al Juventus, que sus nombres figuran grabados para siempre en el fútbol europeo. Resultaría imposible estudiar la influencia del deporte rey en las sociedades europeas sin repasar las obras y milagros de estos gigantes. Quizá solo las polvorientas vitrinas del Liverpool o del Milan, la maquinaria de triturar títulos del Bayern y el talentoso Barça de los Messi, Xavi, Puyol, Iniesta o Piqué puedan discutir la tiranía ejercida por los adversarios de Cardiff. La de esta noche se revela como la final siempre escrita entre dos clubes con un insaciable hambre de títulos. Este afán desmedido por ganar, ganar, ganar y volver a ganar se convierte en el lema que los mueve, la esencia de su ser. Ni la Juve ni el Madrid serían lo que son arrancados de esa ambición eterna.
Ambos llegan lanzados por sus respectivas ansias. Mientras los blancos, con cuatro trofeos desde el 2000, incluidos dos de las tres últimos, quieren levantar la duodécima y ser los primeros en repetir título de la era Champions, el equipo italiano (con dos copas y ocho finales) ansía su primera corona continental desde 1996, tras perder los desafíos de 1997, 1998 (precisamente contra el Madrid), el 2003 y el 2015.
No cabe esperar otro partido que una final apasionante y pareja desde dos vidas tan parejas en éxitos, pero tan distintas a la hora de entender el fútbol, prácticamente dos estilos de vida. Mientras el Madrid aspira al gol a partir de la posesión, la jugada masticada y el poderío de sus futbolistas de ataque, el Juventus prefiere la seriedad, el orden defensivo y los contragolpes.
Ambos llegan, además, después de hacer lo que les resulta propio, es decir, ganar. El equipo español acaba de abrazar su primera Liga en cinco años tras un impresionante esprint final. Por su parte, la Juve, que no ha perdido un solo partido de esta edición de la Champions y apenas encajó tres goles, se encuentra ante un histórico triplete tras conquistar el Scudetto y la Copa.
La final viene marcada por la batalla entre Cristiano Ronaldo y Buffon, una pugna que puede valer todo un Balón de Oro. El portugués solo perdió una de las cuatro finales que jugó, mientras el portero, campeón del mundo con Italia, suspira por su primer título europeo. Ambos seguirán siendo grandes de Europa.