El jugador luso alegó tener pocos estudios para quitarse responsabilidad en el supuesto fraude a Hacienda y alardeó de su dimensión futbolística mundial
04 ago 2017 . Actualizado a las 09:53 h.«Yo tributé siempre, siempre. En Inglaterra y en España. Y siempre tributaré. Como usted sabe, yo no puedo ocultar nada, sería ridículo por mi parte. Soy como un libro abierto. No hay nada más que entrar en Google y de Cristiano sale todo. Por ejemplo, en la revista Forbes sale todo lo que gano». Ese es solo un extracto del contenido de la declaración de Cristiano Ronaldo el pasado 31 de julio que duró 1 hora y 25 minutos en el Juzgado número 1 de Pozuelo de Alarcón al que ha tenido acceso Efe y donde el futbolista contesta a las preguntas que le hacen.
Vestido con traje negro, camisa blanca por fuera, sin corbata, con estilo veraniego, el delantero internacional portugués respondió las cuestiones ante la Juez Mónica Gómez Ferrer, la fiscal, el abogado del Estado y los abogados del despacho Baker&McKenzie -José María Alonso y Jesús Santos- en un Juzgado al que acudió como investigado por un supuesto fraude fiscal de 14,7 millones de euros. «Yo pagué todo en el 2014. Yo no entiendo mucho de esto; tengo hasta sexto año de escolaridad y lo único que sé es jugar bien al fútbol. Y si mis asesores me dicen 'Cris, no hay problema', pues les creo», afirmó Cristiano, descargando en sus asesores toda la responsabilidad.
Ronaldo también defendió con determinación a su agente Jorge Mendes, reiteró una y otra vez su defensa y explicó en diversas ocasiones que sus conocimientos fiscales son «básicos». «Me fío de mis asesores, que son los mejores. Les pago bien para que hagan bien mis cosas y lo dejo todo en sus manos».
Nervioso
Sobre la creación de un supuesto entramado para evadir impuestos, Cristiano intentó convencer a la fiscal: «Señora, yo la miro a los ojos y le digo la verdad. Si le estoy mintiendo, llámeme aquí otra vez y póngame otra penalización. Yo siempre le he pedido a la gente que trabaja para mí que pagaran los debidos impuestos en cada país y que no hicieran ninguna tontería».
Sobre la dimensión de sus derechos de imagen, Cristiano quiso defenderse alegando que es un futbolista global: «Yo soy una persona mundial y todo lo que hago lo hago para el mundo, no solo para un mercado. Y siempre fue así, desde el principio».
A CR7 se le vio bastante incómodo y así lo dejó ver en el descanso: «¿Me pueden dar agua? Mi garganta está llorando. ¿Dónde estoy yo? ¡Ay, Dios mío!».
La jueza tuvo que puntualizarle algunas cosas al jugador del Madrid: «Si usted se llamase Antonio Pérez, también hubiera venido». Algo que no sentó muy bien al portugués, negando la mayor: «No, eso no lo creo, son cuestiones técnicas».
Cristiano también aprovechó para explicar a los asistentes cómo funcional el mundo salarial en su deporte. «En el fútbol siempre hablamos de dinero neto».