La selección de Scariolo fue vapuleada por el juego, el acierto y la defensa de una gran Eslovenia
15 sep 2017 . Actualizado a las 10:47 h.Eslovenia tumbó al campeón. España, la gran favorita al título, deberá de conformarse con luchar por el bronce. Un escaso consuelo para un grupo acostumbrado a pelear el oro y que ha ganado tres de los cuatro últimos campeonatos de Europa. Con contundencia y justicia.
El equipo español sufrió hasta el descanso el descomunal acierto ofensivo esloveno (10 de 15 triples), pero incluso hasta entonces aguantó el tipo (45-49), siempre a la espera de que su rival pagara un desgaste para el que se dudaba que estuviera preparado. Eslovenia, al ritmo de Dragic, Doncic y compañía compuso una brillante e inesperada sinfonía coral, con hasta seis jugadores distintos anotando triples, pero fue tras el descanso cuando sometió al equipo español como muy pocos equipos lo han hecho en los últimos quince años. Una derrota sin paliativos, un tropiezo estrepitoso. Eslovenia exhibió una sorprendente superioridad y sumió a los hermanos Gasol y compañía en el desconcierto más absoluto. Un tropiezo durísimo para un conjunto muy poco habituado a un repaso semejante.
El regreso de los vestuarios fue un auténtico suplicio, un vapuleo inesperado ante el que España se desplomó sin capacidad de reacción. El conjunto español no era capaz de encontrar a los hermanos Gasol y los tiradores españoles erraban una y otra vez, incluso en situaciones cómodas. Así que a Eslovenia le basto con aprovechar la mala puesta en escena española y un par de precipitaciones para fabricarse una renta de diez puntos (45-55). A partir de ahí, Eslovenia, la selección más brillante desde el punto ofensivo a lo largo del torneo, afianzó su dominio en una defensa que rozó la perfección. Cierto que la precipitación española también contribuyó a facilitarle las cosas a un rival que sabe sacar partido de cada error ajeno.
Ni siquiera necesitaron ya los balcánicos de sobreexplotar a Doncic -que aún así firmó un partido excelente, al borde del triple doble y con enorme dominio de la situación- o de Dragic; fueron otros, los inesperados secundarios -como Vidmar o Randolph- los que continuaban alimentado la ofensiva eslovena ante la incredulidad de un Scariolo resignado a su suerte en los últimos diez minutos. Probó con dos bases, con cuatro pequeños, situó a su equipo en zona... Sin remedio, porque, entre otras cosas, el problema estaba en un rival que se había apropiado del partido, que marcaba el ritmo desde la defensa y que había desquiciado al actual campeón de Europa.
España, que se fue al descanso con 45 puntos, solo anotó 27 en los dos últimos cuartos, un desastre de grandes proporciones cuando además te encuentras con un rival que pese a su juventud tiene oficio, juega con la confianza de su enorme acierto ofensivo y conquista la confianza como para acortar su inferioridad bajo los aros. Eslovenia firmó cuarenta minutos espectaculares.
Si hasta ayer, Scariolo había tapado los problemas de tiro exterior con el acierto de Juancho Hernangómez o con las prestaciones de los dos bases en pista, ayer fue incapaz de evitar esas carencias. Echó más de menos que nunca al Navarro de otros tiempos o al Abrines que abandonó lesionado la concentración. Ayer no fue suficiente con un poderío interior que, a veces, también necesita el acierto exterior.
Ficha técnica:
72 - España (19+26+12+15): Pau Gasol (16), Rubio (13), Marc Gasol (12), San Emeterio (6) y Navarro -equipo inicial-, Rodríguez (9), Willy Hernangómez (6), Sastre (3), Oriola (2) y Juancho Hernangómez (5).
92 - Eslovenia (25+24+24+19): Randolph (15), Dragic (15), Blazic (7), Vidmar (12) y Doncic (11) -equipo inicial-, Nikolic (7), Prepelic (13), Cancar, Zagorac (5) y Dimec (7).
Árbitros: Cristiano Maranho (BRA), Tolga Sahin (ITA) y Yohan Rosso (FRA). Sin eliminados.
Incidencias: Partido correspondiente a la primera semifinal del Europeo 2017 disputado en el Sinan Erden de Estambul ante 3.571 espectadores.
