La otra cara de los goles de Shearer

La Voz LONDRES / AFP

DEPORTES

PAUL BARKER | AFP

El histórico delantero acusa a los rectores del fútbol de ignorar los estudios que relacionan los remates de cabeza con las enfermedades neurológicas

09 nov 2017 . Actualizado a las 12:41 h.

Shearer teme que acabará sufriendo demencia debido a los miles de cabezazos que dio a lo largo de su carrera deportiva. La voz del histórico delantero del Newcastle y de la selección inglesa es solo una de las más cualificadas que se ha alzado a raíz de los prestigiosos estudios sanitarios que en los últimos años relacionan las enfermedades neurológicas y el repetido impacto del balón en la cabeza. La BBC emitirá el domingo un documental titulado Dementia, Football and Me (La demencia, el fútbol y yo) en el que el exfutbolista dará a conocer los resultados de los escáneres y las pruebas a las que se sometió para examinar cómo los miles de remates de cabeza que protagonizó durante su carrera le han afectado al cerebro. 

Según reveló el propio Shearer, de 47 años, en una entrevista publicada ayer por el tabloide inglés Daily Mirror, «los resultados de los exámenes son más bien preocupantes. Mi memoria es horrible, no sé si es porque no escucho, pero realmente tengo una memoria muy débil», añadió el exjugador, quien marcó de cabeza uno de cada cinco de sus 260 goles en la Premier League, récord de este campeonato, y que reconoce que practicó esta habilidad hasta 150 veces al día en el entrenamiento. Ahora teme que el fútbol pueda haber dañado su cerebro. «Cuando uno se convierte en jugador profesional, se espera tener más tarde problemas de espalda, rodilla o tobillo. Pero jamas pensé que el fútbol estaría ligado a enfermedades cerebrales», añadió. 

Riesgos

El pasado mes de febrero, un informe realizado en el Reino Unido por el University College London Hospital y por el Hospital británico de neurología y neurocirugía había estudiado los riesgos para los futbolistas de contraer enfermedades neurológicas que provoquen demencia. En septiembre del 2016, un estudio de la universidad escocesa de Stirling demostró que el juego de cabeza en el fútbol podía tener un impacto significativo en las funciones de memoria y del cerebro. Ya en el 2011, la reunión anual de la Sociedad de Radiología de Norteamérica sirvió para constatar que «cuando se golpea con mucha fuerza un balón de fútbol con la cabeza, se producen cambios en el cerebro similares a los que causa un traumatismo». Y en el 2015 la Federación de Fútbol de Estados Unidos se enfrentó a la demanda de un grupo de padres que pretendían prohibir los remates de cabeza para los niños de menos de diez años. Michael L. Lipton, directivo del Albert Einstein College of Medicine y director médico de los servicios de resonancia magnética del Centro Montefiore de Nueva York, explicaba: «Rematar con la cabeza no supone un impacto capaz de dañar las fibras nerviosas del cerebro, pero hacerlo de forma continuada, sí».

Shearer subraya que ni la FIFA ni los grandes organismos rectores del fútbol mundial han tomado nunca en consideración ninguno de estos estudios. El Daily Mirror revela que tres de los ganadores del Mundial de 1966 con Inglaterra padecen problemas de demencia o de memoria, junto a, al menos, otros 375 jugadores ingleses retirados actualmente. «No se ha hecho una investigación lo suficientemente cercana. Las autoridades han sido muy reacias a encontrar respuestas. Lo han barrido todo debajo de la alfombra», señaló Shearer, quien añadió: «Este es un deporte duro, es un deporte brillante, pero hay que estar seguros de que no es un juego que mate», señaló.