Luis César: «Trato de ganar y de merecerlo»

José M. Fernández

DEPORTES

Vive por y para los banquillos. Tras 404 partidos en Segunda, busca el ascenso con el Valladolid

04 dic 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Metódico, todoterreno y científico. Calificativos que acompañan su página web. Acaba de cumplir su partido 404 en Segunda, algo que solo han alcanzado 6 entrenadores y uno en activo (Paco Herrera) y confiesa que cuando repasa los apuntes de sus inicios se dice a sí mismo: «Luis César, pero qué flojo eras entonces». El técnico gallego (Vilagarcía de Arousa, 1966) dirige ahora al Valladolid («el mejor equipo que he tenido en mis manos») con el que confía en luchar por el ascenso. Obsesionado con una profesión para la que vive las 24 horas, acepta el triunfo como único objetivo, pero cuestiona el hacerlo de cualquier manera. «Pero no soy un purista, estoy a medio camino», matiza.

-¿Qué valor le da a ser el segundo entrenador en activo con más partidos en Segunda?

-Son números que forman parte de mi experiencia, cifras que aglutinan alegrías, tristezas... mi almacén de recursos, que trato de aprovechar, de que me sirva para otras batallas. Cuando tengo esos números es que me hago mayor. Es algo que está ahí, no sé si son muchos o pocos.

-¿Se aprende más de los fracasos?

-Sí. El halago despista, te hace no pensar, es una resaca emocional equivocada. La creatividad nace de las crisis, los fracasos enseñan algo que necesitaba, nos enseñan... y los fracasos o éxitos son cada semana, cada jornada.

-¿Nunca se da un respiro?

-No, no estoy contento ni después de los partidos que gano. Hay una satisfacción interior, un alivio, pero no me permito llegar al día siguiente, contento. Dicen que hay que disfrutar los éxitos, pero yo pienso que mientras uno disfruta el rival ya está preparando cómo ganarte el fin de semana siguiente. Solo me concedo un cierto respiro en Navidad y al final de la Liga. Así es el mundo del entrenador. Hay que disfrutar, pero solo un ratito y, sobre todo, hay que saber por qué ganaste y por qué perdiste.

-¿Y exige lo mismo a los jugadores?

-Los dejo más tranquilos. Eso es de mi mundo. Yo las cosas las celebro a mi manera, en mi interior, pero la vida del entrenador es una y la del jugador es otra.

-Ya dirigió al Nàstic en Primera, pero ¿no cree que merece una buena oportunidad en la élite?

-Tengo mi ego, como todo el mundo. Todos pensamos que nos merecemos más... Pero soy feliz porque me hago mayor con lo que me gusta. Y soy feliz porque soy mejor entrenador que hace 15 años. Claro que me gustaría entrenar en Primera, pero no me quejo.

-¿Por qué cree que ahora es mejor entrenador que hace 15 años?

-Porque manejo más recursos, tengo más recetas. Trato de jugar a una cosa, pero sé que puedo jugar a muchas otras. Miro lo que hacía entonces y me digo: ‘Luis César, tío, que flojo eras entonces’. Era muy básico.

-¿Hay muchas diferencias entre un entrenador de Primera y uno de Segunda?

-La única diferencia son los egos de los jugadores, manejas egos distintos. En realidad es más fácil entrenar en Primera que en Segunda, y en Segunda que en Segunda B..., porque tienes mejores jugadores. A veces me pregunto cómo entrenaría Guardiola al Levante o Zidane al Leganés y no sé cómo lo harían. Yo entiendo que es más fácil entrenar con mejores jugadores, pero insisto, otra cosa es manejar los egos. No hay modelos ni recetas únicas. Cada grupo es distinto.

-Si pudiera hacer un equipo a su medida, ¿cómo sería?

-Depende de los objetivos. Siempre quiero jugar, pero depende de lo que me demanden. Escojo en función de los recursos, por eso quiero saber cocinar varios platos.

-¿El fin justifica los medios, vale ganar de cualquier manera?

-No. Hay maneras de ganar, quiero sentirme bien con lo que hago. Yo quiero ganar, pero tampoco soy un purista, estoy en el medio de los puristas y de los resultadistas. Trato de ganar y de merecerlo. Yo sé buscar la victoria de otras maneras más sencillas, pero quiero autenticidad, ser reconocible... por mi y por el club, pero insisto, no muero con mis ideas, yo no quiero morir. Sé entrenar al patadón y no me molesta quien juega así si lo hace bien, porque a mí lo que me gusta es el fútbol bien hecho, como la comida. Me gustan muchos platos, lo importante es que estén bien cocinados. El fútbol es igual que la cocina, hay muchas maneras de hacerlo bien.

-¿Prefiere acertar mucho o equivocarse poco?

-Es complicado. Tengo miedo a que mi error coincida con el acierto del rival. A veces pasa, pero me gusta más acertar mucho. Prefiero arriesgar y arrepentirme antes que arrepentirme por no haberlo intentado.

-¿Cuándo se cansará de andar de acá para allá en los banquillos?

-Soy muy feliz entrenando, me gusta mucho, así que espero hacerme aún más mayor entrenando.

En corto

-¿Tiene tiempo para otras cosas que no sean fútbol?

-Leo lo que puedo, escribo en mi web, también cuando puedo, y, sobre todo, veo mucho fútbol.

-¿Y qué está leyendo ahora?

-Siempre relacionado con mi profesión, me gusta explorar en temas de liderazgo, coaching, psicología... Ahora estoy leyendo Espíritu de remontada, de José Luis Llorente, energía necesaria para superar dificultades, y El legado, [de James Kerr], sobre los All Blacks.

-Tampoco en esto se da un respiro. ¿Tan necesarios son esos aspectos para jugar al fútbol?

-Sí.De táctica, se puede saber mucho, menos, o poco; de la mente se sabe poco, muy poco o nada. La mente es nuestro peor enemigo, conoce nuestras debilidades, le da muchas vueltas... Yo no la escucho, no hablo con ella, forma parte de mí, pero no la oigo.

-Entonces no le imagino en el cine o siendo adicto a una serie...

-Nada, fútbol, espiar a los demás, bucear en internet y algo de spinning.

-¿Guardiola o Mourinho?

-Guardiola. El Mourinho del Oporto, que se manejaba con menos recursos, sí, pero el que vi en el Madrid o en el Manchester, no. Lo admiro, pero me gusta el que optimizaba recursos. Bueno, Guardiola sin Messi también es otro. Los dos saben entrenar a figuras...

-¿Messi o Cristiano Ronaldo?

-Messi, sin duda. Cristiano es un goleador, Messi es un generador y además goleador, elabora y marca. No he visto a nadie como Messi sobre un campo de fútbol.