Se busca público para el Barça

DEPORTES

ALBERT GEA

26 mar 2018 . Actualizado a las 08:41 h.

Es una de esas rarezas del mundo del deporte. El club con el mejor jugador del mundo se ve obligado a mendigar espectadores. Leo Messi no es suficiente. La directiva se ha puesto en marcha para evitar esa imagen tan gris como contradictoria. Lanza cebos, recurre a sofisticadas campañas de márketing. Publicita a héroes humildes que ahorran durante meses para cruzar España y ver un partido de los culés en directo. Ahí tienen a María, andaluza, que viene de Huelva e hizo mil sacrificios para poder estar noventa minutos en el Camp Nou. Busca inspiración para sus seguidores. Los socios que no van al campo ponen su carné a disposición del club, que recoloca las plazas libres a paracaidistas, turistas que pasan por allí. Pero no hay demanda que cubra tanto asiento vacío. Es lo que suele ocurrir cuando unos están adormecidos por la apatía y otros huelen los problemas. Pese a la globalización y al incesante flujo de personas, uno de los grandes espectáculos deportivos en vivo de Cataluña y del fútbol mundial no llena. Hay peñas barcelonistas del resto de España que han renunciado a viajar al estadio azulgrana. Aquellos a los que les incomodan los gritos y consignas separatistas confiesan con amargura que prefieren ver a su equipo (porque resulta que sigue siendo su equipo) en otros escenarios que les resulten menos hostiles, en los que no se sientan insultados más allá del argot futbolístico que asoma en todas las gradas en cada jornada de la Liga. ¿Por qué digerir más improperios de los habituales y tener que pagar por ello? Mejor ver a Messi y compañía en Sevilla o en Madrid, aunque haya que disimular los colores y templar las pasiones. Ahora que está tan barato el uso de la palabra exiliado hasta podrían aplicársela. Exiliados futbolísticos.

En los últimos años el museo del Barcelona ha sido el más visitado de Cataluña y el tercero de España. En la comunidad autónoma solo hay dos lugares con más afluencia, la Sagrada Familia y el Parque Güell. En el 2017 casi dos millones de personas quisieron disfrutar del sitio en el que se guardan las esencias de la historia azulgrana. Allí, de momento, nadie se incomoda en el minuto 17.