El tenista asturiano pierde en cuatro sets ante Cecchinato
01 jun 2018 . Actualizado a las 18:45 h.Malas noticias para Pablo Carreño. El tenista asturiano ha quedado eliminado en Roland Garros tras perder en cuatro sets (2-6, 7-6, 6-3, 6-1) contra el italiano Marco Cecchinatto, 72 del mundo, pero ganador hace unas semanas en la arcilla roja de Budapest.
El asturiano, décimo cabeza de serie en París, parecía tener la situación controlada después de ganar con comodidad el primer parcial y dominar con rotura por 4-3 en el segundo. En ese momento, su rival reaccionó de forma contundente, comenzó a conectar ganadores y a jugar con seguridad para remontar y desarbolar al de Gijón.
Resto de españoles
El tenista madrileño Fernando Verdasco fue el único superviviente de la 'Armada' en la jornada de este viernes en Roland Garros, segundo Grand Slam de la temporada, y lo hizo batiendo además a uno de los cabezas de serie, el búlgaro Grigor Dimitrov, para citarse en octavos de final con el serbio Novak Djokovic, verdugo de Roberto Bautista, mientras que Pablo Carreño tampoco pudo meterse en octavos tras caer ante el italiano Marco Cecchinato.
La gran noticia del día la dio sin duda un Verdasco que alcanzó la cuarta ronda del grande parisino tras firmar un gran partido ante un Dimitrov, al que se le sigue atragantando la tierra batida y que cayó con claridad en tres mangas por 7-6(4), 6-2, 6-4. El madrileño rayó a gran nivel durante las casi dos horas y media que duró un choque, sobre todo tras llevarse la primera apretada manga ante un rival al que ya había ganado este año en Indian Wells, que no paró de acumular errores no forzados (44) y al que no le vio cómodo, pese a que tuvo serias opciones en el primer set y un amago de reacción en el tercero.
Tras intercambiar breaks en los dos primeros juegos, ambos tenistas afianzaron sus poderosos servicios para mantener una igualdad que estuvo a punto de romperse en el duodécimo juego. Dimitrov dominaba entonces 6-5 y tuvo cuatro pelotas de set que el español acertó a salvar para coger moral para una muerte súbita que se adjudicó, aunque la empezó perdiendo.
Esta victoria parcial le dio moral a Verdasco y dejó tocado al cuarto cabeza de serie, que perdió siete juegos seguidos para ceder también la segunda manga y verse con el tercero muy cuesta arriba (3-0). Entonces, entre algunos nervios del zurdo y cierta recuperación de su tenis recuperó el terreno perdido, pero el madrileño aguantó y aprovechó su presión con 5-4 arriba para lograr una rotura más y repetir los octavos del año pasado.
Esta es la barrera del español en este Grand Slam y para superarla en su octavo intento tendrá que batir al serbio Novak Djokovic, que tendrá enfrente a su tercer rival de la 'Armada' en París tras deshacerse con mucho trabajo de Roberto Bautista en cuatro sets (6-4, 7-6, 6-7, 6-2) tras casi cuatro horas de partido. El de Belgrado y el de Castellón ofrecieron un bonito y disputado partido, en el que el segundo tuvo buenas opciones tras remontar en el segundo y marchar con rotura por delante en el tercero, pero 'Nole' reaccionó con solidez y un tenis que parece que va en crecimiento.
Tras eliminar en su segundo partido al joven balear Jaume Munar, el exnúmero uno del mundo ganó más confianza para meterse entre los 16 mejores de este Roland Garros, después de firmar un total de 51 ganadores. Bautista hizo 42, pero le faltó más temple en los momentos decisivos.
Así, se le escapó la primera manga cuando servía para igualar a cinco juegos, situación que le hizo dudar y que no desaprovechó un Djokovic que se puso 3-0 arriba y elevando su nivel de tenis. Pero el español supo levantar su tenis para volver a meterse en el partido e igualarlo en un tie-break (8/6) que alcanzó después de salvar tres bolas de set.
El tercer parcial fue mucho más movido, con los restos imponiéndose y cinco roturas en los primeros ocho juegos. Bautista se puso 5-3 arriba, pero no acertó a sentenciar y en esta ocasión la 'muerte súbita' no le fue favorable (7/4). El serbio afianzó entonces su juego y su saque para ponerse con un 5-1 que su rival no pudo levantar.