Una esperada final de Roland Garros

Fernando Rey Tapias

DEPORTES

Mariscal | EFE

Thiem ya ha demostrado que puede ganar en tierra a Nadal, pero el español es favorito

10 jun 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El pronóstico al comienzo del torneo en el cuadro masculino de Roland Garros se ha cumplido. Los dos mejores jugadores sobre la superficie de tierra, Nadal y Thiem, dirimirán una final histórica, porque para el austríaco sería su primera victoria en un grand slam, mientras que para el español supondría su undécimo título en Paris, un récord estratosférico.

El camino hacia la final

Nadal necesitó más tiempo. Ambos llegaron a la final sin tener que jugar ningún partido a 5 sets. Rafa necesitó más tiempo que su rival, 15 horas 24 minutos frente a 13 horas y 36 minutos. Thiem solo cedió 3 sets a lo largo del torneo, repartidos entre los partidos frente a Nishikori y los jóvenes Tsitsipas y Berretini, mientras que Nadal solo perdió 1 frente a Schwartzman. El partido más complicado de Dominic era, a priori, frente a Zverev, pero el austríaco se paseó ante un adversario algo mermado por el desgaste de las rondas anteriores. Rafa, por su parte, completó actuaciones extraordinarias frente a los argentinos: con dificultades frente a Schwartzman en los dos primeros sets, para reaccionar luego con una exhibición completísima, similar con la que desarboló a Del Potro.

Antecedentes

Thiem ya ganó a Nadal en tierra. El palmarés de ambos no tiene comparación, pero la historia no gana partidos, y la realidad es que el austríaco es el único jugador que le ha ganado en tierra a Nadal en los dos últimos años: en Roma 2017 y en Madrid 2018. Si a esto le añadimos que Dominic alcanzó en las dos últimas ediciones la semifinal en este torneo, solo superado por Djokovic y el propio Rafa, y que el austríaco ya ha ganado a todos los mejores y en todas las superficies, tomaremos conciencia de la peligrosidad de Thiem. De los 87 partidos que ha jugado Nadal en París, ha ganado 85.

Formación

Fieles a su entrenador. Ambos han tenido desde pequeños un único entrenador. La filosofía de Bresnik, el veterano técnico austríaco entrenador en su día de Becker, Leconte y numerosos jugadores destacados del circuito, concuerda con la de Toni Nadal: darle una gran importancia a la ética del trabajo y del esfuerzo, proporcionando a sus jugadores todas las herramientas posibles para que sean los más completos, trabajando su formación entre los 8 y 16 años, sin que el ránking sea el objetivo principal, sino la mejora en todos los aspectos del juego. «Si logramos encajar y equilibrar todas sus habilidades, tiene potencial para ganar un grand slam», decía Gunter el pasado año. Al igual que Toni con Rafa, la intensidad y disciplina en los entrenamientos han sido condiciones imprescindibles en la formación de Rafa y Dominic.

«Competir al máximo de intensidad no me cuesta, es un hábito adquirido de entrenar siempre al máximo de mis posibilidades». La frase de Michael Jordan refleja la mentalidad en la que han sido criados y educados Rafa y Dominic, sobre todo el español, que refleja como nadie que para triunfar hace falta talento, pero este en exclusiva no te lleva a ningún sitio si no está acompañado del esfuerzo para desarrollarlo y la determinación por alcanzar las metas.

Dentro de este epígrafe de formación hay que destacar el cambio que realizó Bresnik en el juego de Thiem. Le varió el revés de dos manos a una, algo arriesgado que planteó dudas al principio, pero que encajó perfectamente dentro del esquema de juego del austríaco. También hay que reseñar que, al igual que Toni se ha apoyado en Roig como acompañante de Rafa a determinados torneos y ahora ha cedido su dirección a Moyá, Bresnik lo hace durante algunas semanas al año con gente de prestigio como el exjugador sueco Nystron, y en la actualidad con el español Galo Blanco.

Análisis técnico

Fortaleza y golpes. Thiem, al igual que Rafa, tiene un físico excepcional y es un jugador capaz de defender cualquier jugada o atacar desde cualquier lugar de la pista. Además, Dominic imprime a sus golpes una gran potencia. Es uno de los jugadores que saca con más velocidad en el circuito, tiene una gran variedad en sus golpes, tanto en la derecha como en el revés, para jugar angulado o con bolas altas al fondo y combinarlas con golpes ganadores. La volea es, quizá, la zona de la pista en donde menos cómodo se encuentre, pero la característica más importante de su juego de cara a su enfrentamiento con Rafa es que el austríaco se destaca como el único jugador del circuito capaz de conseguir con sus golpes un peso de bola, ese bote que sube y te presiona, obligándote a jugar incómodo, que hasta ahora solo era capaz de imprimir el español. De ahí su peligrosidad, ya que Thiem puede alternar bolas con peso, golpes angulados y tiros ganadores, apoyado en un muy buen juego de piernas.

Aspecto táctico

La mejora de Thiem. Sus ganas de atacar desde cualquier lugar y situación, y su impaciencia en acabar los puntos fueron aspectos que desordenaron su juego en épocas pasadas. Es uno de los puntos en los que más le ha podido ayudar la presencia de Galo. Ser agresivo, sí, pero con sentido.

Aspecto psicológico

La presión del primerizo. Para Thiem es su primera final en un grand slam. Con 24 años, su trayectoria no corre urgencias. Tiene experiencia en jugar en las pistas centrales y en ganarle a los mejores. Sabe que la derrota ante Nadal en París no sorprendería a nadie y, sin embargo, una victoria lo haría entrar en la historia del tenis, tanto por ganar su primer Roland Garros, como por ser el primero en ganarle una final a Rafa en París. La presión debe ser menor que su incentivación por la importancia de la posible victoria.

Pronóstico

Rafa es favorito. Tras señalar las características de Thiem, sus méritos para alcanzar la final y sus posibilidades de victoria, hay que tener en cuenta lo que se va a encontrar en la Philippe Chatrier. Y va a tener enfrente, no solo al mejor jugador de la historia del tenis en tierra, con unos resultados apabullantes, (que, como decíamos al principio, no juegan), si no que va a enfrentarse a una de las mejores versiones del campeón español. Rafa, a los 32 años, está en un momento de forma excepcional. A su conocida fortaleza mental, y a una forma física extraordinaria para un jugador tan castigado por las lesiones, une un momento dulce en todos sus golpes. Efectivo con el saque, versátil y demoledor con el drive, con una notable mejora y confianza en su revés, preciso en las dejadas, definitivo en las voleas, con anticipación y un ritmo trepidante para llevar la iniciativa y desarbolar al contrario, Rafa es favorito.