Menos tiquitaca y más aceleración

DEPORTES

Morell | EFE

La selección española no renuncia al toque, pero aparca las trenzas infinitas e imprime más verticalidad a su fútbol

12 sep 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Luis Enrique cambió medio equipo respecto al estreno ante Inglaterra. Lo que no varió fue la filosofía. La selección es capaz de tocar con paciencia, sobre todo en campo propio. Pero en cuanto puede inyecta velocidad. Saúl volvió a tirar de verticalidad. Ceballos también es un centrocampista con llegada y zancada. Y Asensio siempre amenaza. España maneja más registros y más velocidades. No mastica tanto.

Primer gol

Diagonal, centro y remate. El primer tanto es un fiel exponente de los nuevos tiempos. Ramos ejerció de delineante para servir una diagonal de más de treinta metros hacia Carvajal, que tenía espacio junto al vértice del área grande. El lateral centró sin entretenerse y Saúl sorprendió irrumpiendo como un mercancías para cabecear como un martillo. Fue un gol en tres trazos, basculando de un lado a otro sin abusar del pase.

Tantos de Asensio

El disparo de lejos. Asensio sacó brillo a otra faceta que tantas veces se ha echado en falta, la del disparo exterior. En siete minutos fabricó dos goles en esa tesitura. En el primero se aprovechó de una mala entrega y golpeó a media altura. El segundo remite a uno de esos lanzamientos que ya ha hecho en alguna que otra ocasión, cuando busca la escuadra. La encontró, después de hacerse sitio, y tuvo algo de fortuna porque el balón tocó en la madera, rebotó en el portero y se fue dentro.

Después Marco Asensio recordó que es un jugador total. Regaló un pase a la espalda de los centrales que aprovechó Rodrigo para hacer el cuarto. Botó el saque de esquina que cabeceó Ramos para el quinto. Y conectó con Isco en el sexto. El malagueño coronó con una maniobra colosal.

Laterales

Libertad y metros. Las bandas son para los laterales, que tienen libertad para incorporarse al ataque. Carvajal fue una pesadilla para los croatas. Gayá se mostró mas remiso a proyectarse en ataque en la primera parte. Tras el descanso se le vio más y dejó muestras de buen tacto para poner el balón en el área.

Desajustes

Veinte minutos con algún susto. El partido le salió muy redondo a España porque golpeó en la segunda llegada clara y porque después Asensio noqueó a los croatas con dos goles en siete minutos, dos misiles. Los primeros veinte minutos, sin embargo, tuvieron color balcánico. El colectivo de Luis Enrique no estuvo fino en la salida de balón y por ahí concedió un par de ocasiones claras a los croatas, espesos en la definición. Después del 3-0 el partido ya careció de historia. Y deja esa asignatura pendiente, la de ver como se comparta el combinado nacional cuando no tiene el balón.