Un derbi de ánimos contrapuestos

Colpisa

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El Madrid, urgido por el varapalo ante el Sevilla, encara a un Atlético al alza que se aferra a su racha

29 sep 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Tras cruzarse en un sinfín de duelos de alto voltaje, con las dos finales de la Champions que cayeron del lado de los blancos siempre muy presentes en el recuerdo de sus respectivas aficiones, planteles y cuerpos técnicos, Real Madrid y Atlético encaran esta noche (20.45 horas, Partidazo) un nuevo episodio de su eterna rivalidad con ánimos contrapuestos.

Declinante el del vigente campeón de Europa que, solo una semana después de deslumbrar ante el Roma en el estreno en su competición fetiche, salió escaldado de su visita al Pizjuán, donde se dejó tres puntos, la oportunidad de afrontar el derbi como líder en solitario y, sobre todo, recrudeció el debate en torno a su vigor competitivo, mermado por la marcha de Cristiano Ronaldo y encomendado, a falta de la voracidad contagiosa del portugués, a un esfuerzo comunitario que brilló por su ausencia en el templo del Nervión.

Al alza el de los rojiblancos, verdugos por fin en un torneo internacional del poderoso adversario de La Castellana hace mes y medio en la Supercopa de Europa y espoleados por los tres triunfos consecutivos -dos en Liga y otro en la Liga de Campeones- que, sumados a los tropiezos de los colíderes, han vuelto a meterle de lleno en la pomada tras recortarle en dos parpadeos cinco puntos al Barcelona y tres a su vecino de la capital.

El fútbol se mueve a velocidad de vértigo, como significó este viernes Julen Lopetegui, y las alegrías y penas del ayer se tornan volátiles y efímeras, olvidadas en cuanto el esférico echa de nuevo a rodar. Máxime si en liza hay un choque de esos que pueden marcar de verdad. Y el vasco, que ya lo vivió defendiendo bajo palos en el Vicente Calderón hace 28 años los intereses del Real Madrid, es plenamente consciente de que la visita del Atlético ofrece una fantástica oportunidad para cicatrizar la herida que abrió el Sevilla.

Hurgar en la llaga será el propósito de Diego Pablo Simeone, que tratará de mantener incólume el muro que ha levantado en el coliseo de Chamartín desde que allá por el 1 de diciembre del 2012, en su primera visita como técnico del Atlético, sufriese la que, de momento, sigue siendo su única derrota liguera en feudo merengue como rector de los colchoneros. Desde entonces, cinco pulsos saldados con tres victorias rojiblancas y dos empates, lo que le sitúa a un paso de emular la hazaña del Valencia de los años cuarenta del pasado siglo, que logró acumular seis viajes al estadio del Real Madrid sin sufrir el escarnio de la derrota.

Lejanos quedan ya aquellos tiempos en los que el Madrid sonreía cuando el Atlético se cruzaba en su camino. Simeone cambió las tornas y le tiene tomada la medida a los blancos, que precisan vestir el traje de etiqueta con el que se han acostumbrado a superarle en la Champions, so pena de que el argentino le haga un roto de difícil apaño.

Nervios

La inquietud sobrevuela Concha Espina tras dos partidos que han reflejado una pérdida de olfato que ya preludiaba la fuga de Cristiano a la Juve pero que habían contenido Bale y Benzema con su notable inicio de temporada. El galés sigue enchufado y fue de los pocos que se salvaron de la quema en el Pizjuán, pero el francés ha entrado en barrena, incapaz de mojar en sus cuatro últimos partidos y recuperando sensaciones que parecían olvidadas tras un vigoroso comienzo de curso.

Lopetegui: «La dinámica del equipo es buena»

Julen Lopetegui trató de lanzar un mensaje de calma al madridismo. «La dinámica del equipo es buena y va a seguir creciendo y compitiendo», remarcó el guipuzcoano.

«En el fútbol todo va muy rápido. Las victorias y las derrotas hay que dejarlas rápidamente atrás», defendió el vasco, que subrayó que la visita del Atlético plantea «un partido precioso» y «un reto grande» para el que sus pupilos tienen que estar «centrados y preparados». No quiso incidir demasiado Lopetegui en las lecturas que dejó el choque del Pizjuán. Eso, remarcó, se queda de puertas adentro. «Las conclusiones que sacamos son para nosotros, no solo cuando perdemos, cuando ganamos también lo hacemos», dijo. Reconoció, eso sí, que hay aspectos a mejorar. «De cara a un derbi todo es importante. Un derbi tiene un componente emocional y tenemos que llegar preparados a todos los niveles», explicó.

Simeone: «Son partidos de hombres, de emociones»

Simeone señala que más importantes que los conceptos tácticos pueden ser las variables anímicas. «Son partidos de hombres, de emociones y los que jueguen en ese límite emocional son los que terminan respondiendo los partidos para sus equipos», manifestó el argentino en la rueda de prensa previa. «La ausencia de Ronaldo la maneja muy bien el Madrid», apuntó Simeone, que definió al Real Madrid como un equipo «vertical con jugadores como Asensio y Bale, que tienen un gran cambio de ritmo». «Tienen buenos movimientos con jugadores con visión desde lejos como Kroos, Modric o Ramos y son capaces de mantener la posesión con Isco y Ceballos. Trabajan muy bien la presión tras pérdida porque acumulan mucha gente en zonas de ataque», incidió el Cholo, convencido de que lo sucedido hace mes y medio en la Supercopa de Europa, de la que salió triunfante el Atlético, no influirá en el duelo liguero.