El Barça dicta sentencia

Javi Lavandeira

DEPORTES

Marc Dominguez | DPA

29 oct 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Se dice que estos partidos son distintos, que hay un plus emocional, que la táctica deja paso al ansia por ganar a tu eterno rival, que prevalecen los futbolistas a los entrenadores, los errores individuales a los sistemas y los aciertos sobre el modelo, pero esta vez el Madrid se dejó el guión en la caseta y salió como nos tiene acostumbrados últimamente: inactitud sin balón, falta de criterio con él y como un rival que observa qué hace el contrario y de vez en cuando se despereza, para volver al letargo.

El Barca fiel a su guión, pero en positivo, dueño de la posesión, mucha circulación y triangulación, a través de la cual, avanzó de manera ordenada y así estuvo preparado para estar organizado en el pressing tras pérdida.

Errores del Madrid. El primero, grave, no prever la zona por la que iba a atacar el Barça. Jordi Alba participa en un 75% de las acciones de finalización del Barcelona. Tratar de compensar, creyendo que Nacho podría tapar ese carril es un primer error; situar a Bale en ese carril, creyendo que hacer alguna ayuda defensiva, es una temeridad.

Segundo error, el Madrid sin balón es un equipo sin alma, no aprieta, no se junta, no se posiciona en relación al balón y en contadas ocasiones presiona, pero sin un sentido grupal y colectivo del trabajo defensivo.

Tercer error, la falta de pegada, que le condena partido tras partido y atenaza a muchos de sus futbolistas, que no hacen efectivos lo momentos en que el Madrid se impone.

A nivel nombres, me quedo con los centrales. En los últimos partidos del Madrid, no hay un partido en el que Ramos y Varane no hayan cometido errores indiviuales, que penalizan al grupo. La inseguridad defensiva provoca la inseguridad que el marcador condiciona, manifestándose en la ansiedad y falta de ideas continuas en la fase ofensiva.

Aciertos del Madrid. El cambio de sistema en el descanso posibilitó una salida más limpia del balón y así combatir el pressing intensivo del Barca. Lucas Vazquez equilibró la batalla por banda, trabajó muchísimo y generó hasta que el Madrid creyó. Cuando se desvaneció, desapareció, como todos.

La libertad de Isco en la zona de tres cuartos posibilitó los mejores momentos del Madrid, que las tuvo para igualar 2-2. Su movilidad inteligente es lo que manifestó un cambio de chip en el equipo, jugando a otra velocidad y pasando a presionar cerca del área rival.

Errores del Barça. Cuando le toca defender en su campo, sufre mucho, es muy vulnerable y cuando tuvo que defender cerca de su área, lo pasó realmente mal. Falta un plan B cuando la presión en posicionamiento avanzado falla. No hay un repliegue a otra zona, el equipo se parte y se vuelve fácil generarle ocasiones.

Abusa del juego por la izquierda, cuando sabe descargar en derecha. Llegar con la amplitud de los dos laterales es casi imposible de defender.

Necesita el balón para organizarse en torno a él. Si no lo tiene, pierde esa organización y la brújula en torno a la que posicionarsey el equipo se tambalea a merced del rival cuando este domina el balón, como en los primeros 15 minutos de la segunda parte.

Aciertos del Barça. Saber a qué jugar y cómo, te ayuda a que, cuando tu estrella no juega, sepas el camino a seguir, siendo fiel a tu modelo de juego hipermegadefinido.

El pressing intensivo y el pressing tras pérdida del Barça se hizo muy estructurado y con eficiencia. La actitud para robar era clara y solidaria. La posesión y circulación de balón hizo que el Barcelona dominase el tempo de partido, temporizándolo para distraer y acelerándolo para finalizar. Aprovechó los espacios para correr cuando pudo y, cuando no los había, no le importó mover y mover hasta generarlos.

Nombres: Luis Suárez porque siempre está, de forma directa como ayer, o de forma indirecta para el juego colectivo como otras veces. Si a Bale siempre se le espera, su antónimo es Luis Suárez, que siempre está.

Sobre el futuro de Lopetegui, una reflexión, qué pena que los jugadores, que tanto lo han defendido en público, no lo defendiesen en el campo con su trabajo, empezando por el capitán Sergio Ramos, el futbolista que más ha penalizado al grupo en estos dos últimos meses.