«A las niñas asturianas que desean ser pilotos de F1, les invito a soñar en grande»

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Tatiana Calderón posa junto al Alfa Romeo Sauber F1
Tatiana Calderón posa junto al Alfa Romeo Sauber F1 SAUBER

La colombiana Tatiana Calderón relata las «barreras» a las que se enfrentan las mujeres en los circuitos

10 nov 2018 . Actualizado a las 11:31 h.

Además de Lewis Hamilton (coronado pentacampeón del mundo de F1), el Gran Premio de México tuvo otro gran protagonista. «Otra», en «femenino singular». Menos mediática que el británico... Y con nombre de mujer. La piloto colombiana Tatiana Calderón, de tan solo 25 años, bajaba la visera de su casco -con gesto de máxima concentración- y se subía en el Sauber C37 para completar 100 kilómetros en el Autódromo Hermanos Rodríguez. De esta manera, se convertía en la décima mujer de la Historia de la Fórmula 1 -y primera latinoamericana- en conducir un monoplaza de esta competición. Ninguna mujer había logrado esta hazaña desde la temporada 2015-2016 (Carmen Jordá, actualmente sin asiento).

Tatiana, residente en Madrid desde hace ocho años, y que ya ha obtenido la nacionalidad española, relata las «barreras» a  las que se enfrentan las mujeres en un mundo dominado por hombres como es el Gran Circo. «¡Espero que muy pronto veamos chicas compitiendo en F1 y que yo pueda ser la próxima!», ambiciona la única piloto de la F1 actual.  Durante sus 23 vueltas al circuito mexicano, la bogotana lució una pequeña estrella, en su casco, en homenaje a María de Villota. La piloto madrileña (fallecida en 2013, con 33 años) sigue muy presente en el corazón de Tatiana, por su ejemplar lucha por la igualdad de la mujer en el mundo del motor. 

-¿Qué se siente al ser la décima mujer en la Historia de la Fórmula Uno -y primera latinoamericana- en conducir un monoplaza de esta competición?  

-¡Es una sensación increíble formar parte de la Historia de la F1 y poder representar a las mujeres! Es uno de los pocos deportes donde podemos competir «mano a mano» con los hombres. Ha sido una experiencia inolvidable para mí y espero poder seguir haciendo historia muy pronto. 

-¿Qué fue lo primero que se le pasó por la cabeza cuando se subió al monoplaza en el Autódromo Hermanos Rodríguez (México)?

-Era el momento de disfrutar. ¡Gozar de un instante que llevaba esperando 15 años! Cuando salí con el monoplaza del garaje, me sumergí en mi propio mundo… En mi cabeza, un único pensamiento: ¡Hacer un gran trabajo, sin cometer errores! 

-¿Qué mensaje le gustaría trasladar a las niñas asturianas que pelean por su mismo sueño?

-Les diría que la perseverancia, la pasión y dedicación son las claves del éxito en el deporte y en la vida. Deben confiar en que, si dan el máximo de ellas mismas, las cosas buenas acabarán llegando en el momento adecuado. ¡A las niñas asturianas que desean ser pilotos de F1, les invito a soñar en grande!  

-¿Cuándo veremos a una mujer disputar Grandes Premios de F1? ¿Qué «barreras» existen para las mujeres en esta competición?

-¡Espero que muy pronto veamos mujeres compitiendo en F1 y que yo pueda ser la próxima! Respecto a las «barreras»… Como no ha habido muchas mujeres en la Historia de la F1, cuesta mucho ganarse la credibilidad de la gente con la que trabajas. Y, también, la de tus propios rivales en el circuito. Además, conviene señalar que, en los entrenamientos, a las mujeres nos toca trabajar más duro que los hombres en la parte física. La razón es que tenemos un 30% menos de masa muscular.

-¿Cree que el automovilismo es todavía un deporte lastrado por el machismo? ¿Cómo se puede combatir?

-Lo más importante es poner en marcha programas e iniciativas para que las niñas, desde muy pequeñas, vean que el automovilismo es una opción real para ellas. En los últimos años, se han dado varios pasos importantes en este sentido. Se han desarrollado iniciativas para apoyar y promover la participación de las mujeres en el automovilismo, como la FIA Women in Motorsport Commision y Dare to be Different. ¡Creo que vamos avanzando en la dirección correcta!

-¿Cree que los medios de comunicación, tanto de España, como de Latinoamérica, dedican poco espacio al deporte femenino?

-Sí, dedican poco espacio,  pero también es verdad que estamos viviendo un periodo de cambio…

-Me ha venido a la memoria una frase célebre de Mireia Belmonte... «Importa más el corte de pelo de Sergio Ramos que mi récord»…

-¡Ojalá esto empiece a cambiar!

-¿Quiénes han sido sus ídolos, desde pequeña, en F1?

-Siempre he seguido muy de cerca la carrera deportiva de mi paisano Juan Pablo Montoya. Le admiro muchísimo.

-¿A quién le gustaría parecerse como deportista?

-A Roger Federer.

-¿Qué pierde Fernando Alonso sin la Fórmula 1?

-Fernando es un campeón. Y supongo que se ha aburrido de no poder competir para ser campeón en estos últimos tiempos.  ¡Es una lástima que abandone la F1!

-Y, dando una ‘vuelta de tuerca’ a la misma pregunta…  ¿Qué pierde la Fórmula 1 sin Alonso?

-Sin Alonso, La Fórmula Uno pierde a uno de los mejores pilotos de los últimos años y a un gran embajador del deporte del motor.

-¿Qué pilotos incluiría en un «TOP 3» de F1 de toda la historia?

-Ayrton Senna, Juan Pablo Montoya y Lewis Hamilton. Aunque, honestamente, no se pueden comparar entre ellos por las diferentes épocas en las que les tocó competir.

-Vive en Madrid… ¿Le gusta nuestro país?

-Vivo en España hace ocho años y, además, tengo doble nacionalidad: colombiana y española. ¡Disfruto mucho viviendo «acá»!

-¿Ha visitado Asturias alguna vez?

-¡He escuchado maravillas de Asturias! Desafortunadamente, todavía no he  tenido tiempo para ir de visita.

-Un libro para recomendar… 

-Me gustan mucho las autobiografías, la de Damon Hill es muy interesante (ex piloto británico de F1, que fue campeón del mundo en 1996).

-Una serie a la que esté enganchada

-Reign (El Reino).

-Una manía o superstición…

-Montarme en el coche siempre por el mismo lado.

-Fuera de los circuitos, «pilota» un Ford Fiesta Turbo por las calles de Madrid ¿También le gusta conducir rápido en su tiempo libre?

-¡Las calles de Madrid no son para correr! (risas) Pero debo confesar que no tengo mucha paciencia al volante (risas).