El partido fue un poco lo que quería Croacia

Jorge Otero

DEPORTES

MARKO DJURICA | REUTERS

15 nov 2018 . Actualizado a las 23:13 h.

El partido fue un poco lo que quería Croacia, que siempre tuvo claro el concepto y apostó por él hasta el final. Su idea fue en todo momento robar y salir porque sabía que a España le podía causar problemas buscando la espalda a los laterales, donde suele dejar espacios. Este partido habría que haberlo ganado desde el orden y digamos que en la segunda parte España se desordenó un poco. Ahora será complicado saber lo que puede suceder en Wembley, porque cuando dependes de otros resultados, ya es un tema que no puedes controlar.

Volviendo al partido, Croacia se presentó bien plantada, dejando pocos espacios y muy ordenada. A España en el primer tiempo le faltó velocidad, ser más directa y vertical y echar mano de los cambios de orientación, sobre todo en el contragolpe, donde no fue profunda. Los croatas dispusieron de mucho control de balón y del juego, pero con poca profundidad, debido también a que tenía que superar un mediocampo rival muy poblado con hasta cinco jugadores más el delantero. Necesitaba superar esa línea mediante balones diagonales y no lo hizo. La línea defensiva croata estaba demasiado cómoda, con demasiado tiempo para las ayudas.

En la segunda parte, España intenta ser más vertical, busca más pases hacia adelante, corre más y no deja que se posicione Croacia tras pérdida de balón. Sin embargo, por momentos es muy desordenada y por tanto se ve incapaz de tener el control del partido. Destacan Iago Aspas, Isco y Ceballos, intentando superar esa línea de cinco centrocampistas rivales. Croacia se separó más debido al esfuerzo de la primera parte y el partido acabó descontrolándose.

Podría haber caído del lado de cualquiera de los dos equipos, pero lo cierto es que España nunca mantuvo el orden necesario para ganar con claridad.