«¿Consejos a Alonso? ¡Ninguno! Fernando se puede montar en cualquier vehículo y va a ir súper rápido»

David Vega
David Vega REDACCION

DEPORTES

Ander Vilariño, primer piloto español en participar en la NASCAR (EEUU) y tres veces campeón de la NASCAR Europea (2012, 2013 y 2015), analiza el intercambio de coches entre Jimmie Johnson y el bicampeón de F1

26 nov 2018 . Actualizado a las 08:46 h.

«¿Consejos a Alonso? ¡Ninguno! (risas). ¡Fernando se puede montar en cualquier vehículo y va a ir súper rápido! Alonso tiene muchas horas de vuelo y una enorme calidad para hacerlo bien en cualquier coche». Son las palabras de Ander Vilariño, primer piloto español en participar en una carrera de NASCAR en EEUU y tres veces campeón de la NASCAR Europea durante los años 2012, 2013 y 2015. Nadie mejor que el piloto vasco de 39 años -que en estos momentos está estudiando ofertas de varios equipos para competir el año que viene en la NASCAR Europea- para analizar el intercambio de coches entre Fernando Alonso y Jimmie Johnson, que tendrá lugar hoy en el circuito de Bahréin.

Este divertido 'crossover' del mundo del automovilismo no se podrá seguir por ninguna televisión. Serán las redes sociales oficiales de los dos pilotos las que den buena cuenta del espectáculo. Además del show en la pista, el evento representa una excelente oportunidad para Alonso. El piloto asturiano intentará cautivar al público de EEUU, donde la NASCAR mueve bastantes más espectadores que la F1 (y la Indy) y rivaliza en audiencia, nada menos, que con la NBA.

Fernando se pondrá, por primera vez, al volante de un coche de la NASCAR (#48 del equipo Hendrick Motorsports), un vehículo menos sofisticado que su McLaren MCL33 en cuanto a innovación tecnológica. «Fernando se encuentra en una etapa de su vida en la que está probado de todo… ¡Y disfrutara mucho de esta nueva experiencia! El coche (#48 de Jimmie Johnson), a pesar de ser más lento que su monoplaza, es muy divertido porque transmite sensaciones directas… Es un coche de toda la vida, con cambio en H, freno duro, caja dura… ¡Lo haces todo tú, sin ayuda de la tecnología!», explica Ander.

Una de las grandes diferencias entre el monoplaza de Fernando y el stock car de Jimmie es el peso. «Cuando Fernando se suba al coche de NASCAR, tendrá la sensación de que todo pasa mucho más despacio. Por ejemplo, tendrá que frenar con un mayor margen de tiempo porque el coche es robusto y pesado (unos 1.500 Kg con piloto). La mayor dificultad a la hora de pilotar (alrededor de 900 cv de potencia) es la deriva, que es muy superior a la de un monoplaza. Es decir, el coche pesa mucho más, así que cuesta bastante más trabajo detenerlo», comenta Ander.

Aunque el espectáculo en Bahréin está garantizado, el piloto vasco hubiese preferido otro escenario. «Para Alonso tendría más 'intríngulis' pilotar en un óvalo súper rápido en Estados Unidos, tipo Charlotte, Miami… De todos modos, estoy seguro de que el asturiano va a estar encantado con la experiencia», matiza Vilariño 

«¡Triunfar en F1, Indy y, por último, en la NASCAR sería legendario!»

Aunque parece poco probable que Alonso corra en la NASCAR durante la próxima temporada, el piloto vasco tiene la esperanza de ver algún día al bicampeón asturiano rodando en óvalos y probando suerte en una competición muy peculiar, donde los golpes y los empujones entre los coches están permitidos (hasta cierto punto). «¡Me encantaría que Alonso compitiera en la NASCAR! Además, para él representa un reto espectacular, aún mayor que la Indy. ¿Por qué no va a pasar? Podría ganar, primero, la Indy y luego decir: ¡Vamos a por la NASCAR! Triunfar en F1, en la Indy y, por último, en óvalos sería legendario…  ¡Nadie lo habría hecho en la historia del automovilismo!», comenta Ander, emocionado.  

¿Puro marketing o un evento enriquecedor para el deporte de motor?

El intercambio de coches entre Fernando Alonso y Jimmy Johnson no es el primero que se organiza en el mundo del automovilismo. Lewis Hamilton ya protagonizó un crossover similar con el piloto Tony Stewart (NASCAR), en 2011, y lo  hizo «súper bien», tal y como lo recuerda Vilariño.

¿Hablamos de puro marketing o de un evento enriquecedor para el deporte de motor? «El intercambio de coches de Hamilton fue, claramente, una acción de patrocinio. En el caso de Alonso, creo que esta oportunidad surge de una manera más espontánea, más natural. Enriquece al deporte del motor porque acerca dos mundos completamente diferentes. Normalmente, los fans de la NASCAR en Estados Unidos no se interesan lo más mínimo por la F1 y, aquí en Europa, sucede exactamente lo contrario. Ver, en una misma pista, a un bicampeón del mundo de F1 y a una leyenda viva de la NASCAR (7 títulos) representa una oportunidad irrepetible», explica Ander.

Pilotos de la NASCAR con poca pinta de atletas

«A un campeón de F1 se le exige más desde el punto de vista físico, porque en los monoplazas las fuerzas G son mayores, la velocidad es más alta, la deceleración es enorme… La NASCAR se basa más en la estrategia, la resistencia y la experiencia. Una carrera puede durar desde tres hasta cinco horas. Así que, en los últimos 10 años en Estados Unidos, hemos encontrado pilotos de todo tipo… ¡Algunos tienen poca pinta de atletas!», asegura Ander.

De todos modos, Jimmie Johnson es el prototipo de piloto de NASCAR actual, mucho más en forma que los pilotos de otras décadas. «Compite en triatlones. Va rápido en bici, corre fenomenal, se defiende nadando bastante bien… ¡No al nivel de Jenson Button, que domina todas estas disciplinas! (risas), pero Jimmie es un gran atleta, como cualquier piloto de la F1 actual», comenta Vilariño.

Los pilotos de la NASCAR son más accesibles al público que los de F1. «Son más cercanos a la gente y eso se agradece mucho. En la Fórmula Uno, el ambiente es mucho más cerrado, más exclusivo… Incluso elitista, en algunos momentos», explica Ander. «Allí en Estados Unidos, todo es más abierto y la relación con los aficionados mucho más distendida», asegura.

Ex marines y viejas leyendas del fútbol americano, en el mejor equipo de la NASCAR

El lunes, Alonso se pondrá en manos del equipo Hendrick Motorsports que es, a juicio de Vilariño, el mejor equipo de la NASCAR. «He tenido la oportunidad de visitar sus instalaciones y no tienen nada que envidiar a las mejores de la F1. Edificios muy modernos y cada uno dedicado a una cosa: motores, chasis, carrocerías… Las naves para la preparación física son alucinantes. Están lideradas por ex deportistas de alto nivel, viejas leyendas del fútbol americano y hasta antiguos marines», explica Vilariño. Así que Alonso, este lunes, estará en muy buenas manos. Un crossover con ambiente festivo con el que el piloto asturiano dirá adiós a los circuitos de F1.