Bale la vuelve a liar: se marchó del campo a un cuarto de hora del final, con sus compañeros luchando por remontar

Iván Antelo REDACCIÓN

DEPORTES

Javier Lizón

Una cámara cazó al galés abandonando el Santiago Bernabéu en su vehículo

07 ene 2019 . Actualizado a las 19:29 h.

El Real Madrid va de lío en lío. Si los desmanes de Sergio Ramos e Isco no fueran suficientes, ahora es el galés Gareth Bale el que se sitúa en el ojo del huracán. Tal y como revelan las imágenes recogidas anoche por El Chiringuito, el extremo de Cardiff abandonó el Santiago Bernebéu en pleno minuto 78, cuando sus compañeros buscaban el empate ante la Real Sociedad. Bale nisiquiera estaba en el estadio cuando la Real Sociedad anotó el definitivo 0-2.

A pesar de este desmán, el exjugador del Tottenham no podrá ser sancionado por el Real Madrid ya que, según diversas fuentes, el actual régimen interno de club permite a los jugadores no convocados poder ausentarse de los partidos. Y en el caso del galés, al estar lesionado y fuera de la citación, el reglamento le asiste en su derecho a irse del campo, a pesar de que no sea del todo decoroso ni respetuoso con sus compañeros.

Una circunstancia que antaño no era así. A comienzos de siglo, todos los jugadores con ficha del primer equipo del Real Madrid estaban obligados a bajar a los vestuarios al final del partido a saludar a sus compañeros y a escuchar las instrucciones del entrenador.

De lesión en lesión

Gareth Bale, que en el mes de julio cumplirá 30 años, fichó por el Real Madrid en el 2013 a cambio de 101 millones de euros (según el Tottenham) y, desde su llegada, ha encadenado buenas actuaciones con largos periodos de lesión. En sus 6 temporadas de blanco, tan solo en una ha superado los 30 partidos jugados en Liga (31, en la campaña 14/15). En la pasada, solo actuó 20 veces como titular y en la anterior 17.

Sin embargo, ha sido decisivo en finales como las de la pasada edición de la Champions contra el Liverpool, la Copa del Rey del 2014 frente al Barcelona (y la famosa carrera con Marc Bartra), la final europea de Lisboa frente al Atlético o el último Mundial de Clubes.

Luces y sombras a las que hay que sumar una notable falta de integración en Madrid, ya que apenas se expresa en español, al menos de forma pública, a pesar de llevar casi seis años en España.