Las escrituras según Cruyff

DEPORTES

XOSÉ CASTRO

21 ene 2019 . Actualizado a las 10:52 h.

Con el fútbol ocurre algo parecido a lo que sucede con la Biblia. En la misma religión existen diferentes escrituras, interpretaciones que matizan el trazo más grueso. Están las de San Mateo y las de San Lucas. Las de Helenio Herrera y las de Johan Cruyff. El documental Take the Ball, Pass the Ball explica esa conjunción astral de estilo y talento, esa mezcla de trabajo, fundamentos y un generación de jugadores irrepetible de la que nació el mejor Barcelona de la historia. Esa maquinaria asentada sobre los principios de Cruyff, sus escrituras. La película es un relato sobre la pizarra del fútbol. Con el entrenador holandés arrancando en las instalaciones de la Masía el cartel que exigía una altura mínima a los chavales que aspiraban a entrar en la cantera del Barça porque sabía que, con un buen plan, los pequeñitos podían derribar las torres más altas. Con Xavi recordando cómo José Mourinho dirigía los rondos en el filial sometiéndose a la misma filosofía a la que después se enfrentaría por tierra, mar y aire, como nadie lo había hecho antes. Con Pep Guardiola llamando a Víctor Valdés a su despacho por primera vez para enseñarle un dibujo con tres grandes puntos alineados delante de la portería y decirle que él era el del medio y los otros, los dos centrales del equipo, y que tenía que pasarles la pelota. Con el guardameta respondiéndole a su técnico: «Pues que la quieran, que la quieran». Con Thierry Henry aparcando su condición de estrella mundial al desenfundarse la camiseta del Arsenal y desembarcando en el club azulgrana como si fuese un becario en el nuevo vestuario: «Me tuve que adaptar al juego. Tenía que estar pegado a la banda para dar espacio a Iniesta. También me tenía que desmarcar en profundidad, sabiendo que nueve de cada diez veces no recibiría el balón. Pero si no hacía el movimiento, Andrés no recibía la pelota». Con Chigrinsky incurriendo en el pecado del pase largo y radiografiando su fracaso en el Camp Nou. Con Eto’o crujiendo al verse cabalgando con las bridas del sistema culé. Coge el balón, pasa el balón. Tan simple. La dificultad suprema de hacer lo sencillo, como si jugaran en el patio del colegio.