Messi renueva a Ernesto Valverde

DEPORTES

Enric Fontcuberta | EFE

El Barcelona prolonga por dos temporadas el contrato del entrenador que ha tenido en la plantilla su gran aval

15 feb 2019 . Actualizado a las 19:39 h.

Ernesto Valverde ha renovado su contrato con el Barcelona por una temporada con opción a otra más. Sin embargo, por paradójico que resulte, el entrenador, tras rubricar su compromiso, no se libró en rueda de prensa de ser preguntado por la posibilidad de un despido a final de campaña si los culés no logran levantar ningún título. «Todo sabemos como es el fútbol. Está marcado por los resultados». Así de volátil es la realidad. Una realidad cuya cita más inmediata es el duelo de este sábado ante el Valladolid (20.45).

La directiva del Barça ha decidido mover ficha en el momento más incierto. En menos de un mes, el equipo podría quedar apeado de dos de las tres competiciones en las que todavía sigue vivo. Se ha renovado a Valverde tras un incierto empate en la ida de las semifinales de Copa ante el Real Madrid y antes de viajar a Lyon para la ida de los octavos de final de la Champions, esa competición con la que Valverde se estrelló el año pasado en Roma y que cerca estuvo de costarle el puesto.

En la teoría, Valverde prolongará su proyecto en Can Barça hasta el 2021. Cumpliría cuatro temporadas en uno de los banquillos más calientes del mundo. En la práctica, el Txingurri se asegura un jugoso finiquito por lo que pueda pasar. Parece difícil pensar en que un año en blanco, una posibilidad factible, sirva al vasco para poder ocupar el banquillo el curso próximo por mucha firma que haya de por medio.

«Garantizamos la continuidad de un entrenador y de una persona que representa de manera excelente los valores del FC Barcelona y la visión que tenemos del fútbol», han sido las palabras de Josep Maria Bartomeu en Twitter. Una reciente sintonía perfecta. La renovación no parecía tan clara hace menos de un mes, cuando Valverde esquivaba las preguntas sobre el tema en sus comparecencias y desde los medios más cercanos se apuntaba hacia un relevo en el banquillo.

También se discute su ADN. Valverde formó en su primer curso un bloque sólido. Una máquina inexpugnable basada en la defensa que solo cedió una derrota en todo el campeonato. Este año, pese a que el equipo se ha mostrado fiable en los momentos clave -en muchos de ellos impulsado por el mejor Messi- parece algo más cimbreante.

Sin ninguna duda, la plantilla ha sido el gran aval de la continuidad de Valverde. El entrenador gusta a Messi. Y si el entrenador gusta a Messi, gusta también a Suárez, Piqué y demás pesos pesados. Y si gusta a los pesos pesados, gusta, forzosamente, a la directiva, que prefiere tener contentas a sus estrellas si el daño colateral en caso de siniestro se limita a un despido improcedente. Messi, al igual que con Argentina, ejerce de director deportivo. El verde juzgará si es un error dotarle de ese poder.

Pero Valverde también tiene críticos, a los que les preocupa el estilo y la ausencia de canteranos en el once. Las veces que el técnico ha echado mano de la cantera le ha salido rana. Solo Carlos Aleñá ha encontrado regularidad en las rotaciones. Tampoco convence el estilo, cada vez más alejado de ese fútbol de paladar selecto que trajo Cruyff, que Guardiola dio lustre y que trató de hacer sobrevivir Luis Enrique. Males que serán curados si llega la sexta Champions.