Ni Messi despierta a Argentina

La Voz

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JUAN MEDINA | REUTERS

El juego plano de la albiceleste, solo aderezado por algún detalle del 10, se topa con la velocidad de Venezuela, que gana en Madrid

23 mar 2019 . Actualizado a las 09:50 h.

Argentina sigue sumida en la duda. Ya ni siquiera la presencia de Messi es capaz de reactivar a una selección que se empeña en los últimos tiempos en desmentir su condición de grande y que fue vapuleada en la primera parte por una gran Venezuela. La vinotinto, que comienza a ver en la absoluta los frutos de los éxitos de los últimos tiempos en las categorías inferiores, castigó al rival con la velocidad de dos conocidos de la Liga como Rondón y Machís. Por su parte, la albiceleste mejoró en el segundo acto con el 10 en una posición más retrasada, pero fue insuficiente para impedir una derrota que el venezolano Josef Martínez sentenció desde los once metros (1-3).

El partido comenzó con el dominio de Argentina en la posesión, sin embargo fue Venezuela la que se adelantó tras un pase en largo que Rondón bajó con pierna diestra para posteriormente sentenciar ante Armani y desatar la locura entre la mayoría de aficionados venezolanos en el Metropolitano.

La albiceleste seguía sin encontrar a Messi en un juego plano de pases horizontales. Hasta que el 10 dio a Argentina un plus en una jugada en la que se deshizo de medio equipo vinotinto para poner un centro medido al área que Lautaro Martínez remató bien de cabeza, topándose con la gran intervención de Faríñez. Fue solo una ilusión.

El partido estaba roto. Ante semejante panorama para la albiceleste, Messi decidió regalarle otro pase medido a la cabeza a Lautaro, pero el punta envió alto su testarazo, perdonando un 1-1 que Murillo convirtió en un más justo 0-2, con una Venezuela eléctrica, dos marchas por encima de un rival apático.

Scaloni agitó el equipo tras el descanso y Argentina pareció dar un paso al frente. Halló premio en una jugada que comenzó Messi y que acabó con el remate de Lautaro a la red con pierna zurda. El 10 retrasó su posición con la intención de iniciar el juego ofensivo argentino y el movimiento táctico surtió efecto. Argentina fue mejor en la segunda parte pero su dominio se fue difuminando y murió tras un penalti a Murillo que Josef Martínez convirtió en el definitivo 1-3. A partir de ahí, un carrusel de cambios que en nada alteró el prestigioso triunfo de Venezuela. Argentina, que solo a través de Messi plantó cara a la adversidad, queda sumida en un mar de dudas con la Copa América de Brasil en el horizonte.