La árbitra gallega Zulema González muestra sus apuntes con los cambios que sufrirá el reglamento y que afectarán a varias facetas del juego
16 ago 2019 . Actualizado a las 18:52 h.Con el arranque de la competición comenzarán a aplicarse las modificaciones que sufrirán varias normas en el fútbol. Y los colegiados toman nota. Dejará de ser legal, por ejemplo, un gol si el último en tocar la pelota es el árbitro. Lo hemos visto la temporada pasada en un partido de la Derde Divisie -la cuarta categoría holandesa- entre el Harkemase Boys y el HSV Hoek. El árbitro remata y concede el tanto para el Hoek, que acabó perdiendo por 4-2.
En España se hubiese tomado la misma decisión. A partir de ahora, el colegiado no podrá dar el tanto por válido y deberá reanudar el juego tras un bote «neutral», en el que se devolverá la pelota al equipo atacante. Si tras una jugada así, un entrenador o integrante del cuadro técnico protestase ostensiblemente podría ser expulsado sin ver físicamente ninguna tarjeta.
Nos hemos acostumbrado últimamente a ver señalar a los trencillas hacia los banquillos y hacer un gesto, a la vez que se comunican con el cuarto árbitro para especificar quién es el sancionado. A partir del 1 de junio, los técnicos volverán a ver las tarjetas como lo hacen los jugadores.
Otra novedad se presenta en el lanzamiento desde el punto de penalti. Hasta la fecha, el portero estaba obligado a mantenerse con los dos pies sobre la línea de meta. Con el cambio, bastará con que lo haga con uno, con lo que podrá adelantarse lo que le permita su zancada si lo estima conveniente.
Cuando el meta saca de puerta, el reglamento actual indica que el balón debe salir del área para que pueda tocarlo un segundo jugador. Bien, esto dejará de ser así. Los atacantes rivales deberán permanecer fuera del área pero cualquier compañero del meta podrá recibirla sin que el esférico tenga que rebasarla. Eso sí, se considerará que el balón está en juego ya desde el mismo saque, no cuando la recibe el segundo jugador, con lo que los jugadores rivales podrán presionar a los defensas dentro del área.
La nueva normativa impedirá también a los atacantes formar parte de la misma barrera que los defensores en el saque de una falta. Deberán retrasar, a partir de ahora, su posición al menos un metro respecto a ella.
Cualquier gol en el que haya intervenido, aunque fuera de manera involuntaria, la mano de un atacante quedará anulado. Se descarta así la interpretación de la norma que tantos quebraderos de cabeza ha causado. Todas las manos en ataque, en un gol u ocasión, invalidarán la acción sean o no voluntarias.
Otra novedad tiene que ver con la gestión del tiempo de los cambios. Cuantas veces hemos visto cómo se utiliza una sustitución para demorar el crono, situando al jugador que va a ser relevado en la esquina contraria del campo. A partir de ahora, el futbolista sustituido deberá abandonar el césped por la línea de demarcación más próxima para no demorar el juego. Es decir, no podrá atravesar el campo paseando con la excusa de marcarse palmas con un compañero si está en la banda contraria.
Como curiosidad, el sorteo entre capitanes permitirá también, desde ahora, elegir campo o saque de centro. Hasta ahora, el ganador del clásico cara o cruz solo podía decidir en qué lado del terreno de juego quería disputar la primera parte.
El colegiado tampoco tendrá que mantener el brazo en alto tras un saque indirecto cuando el balón esté ya en juego.