Golden State Warriors no caía en casa en la final desde que perdieron el anillo contra LeBron

L. Balado

DEPORTES

JOHN G MABANGLO | efe

Los Raptors pasan la presión a Golden State

07 jun 2019 . Actualizado a las 08:16 h.

Los Toronto Raptors sabían que era su día desde el momento en el que vieron que Klay Thompson no estaba en el quinteto titular de Golden State Warriors.

La baja del escolta, que había terminado lesionado el segundo partido dela final -en el que fue de los más destacados de su equipo- pero al que se esperaba para el tercero, era una ocasión que el equipo canadiense no podía desperdiciar. Más tras haber perdido la ventaja de campo con su derrota en casa ante los vigentes campeones. Los Warriors están atravesando un rosario de lesiones. La carga de partidos lleva pasando factura durante todo el play-off y sigue cobrándose víctimas en la final. Los de Oakland están sin Durant, con un Cousins renqueante que ha apresurado su regreso y ahora también sin Thompson. El equipo liderado por Kawhi Leonard sabía que debía aprovechar la oportunidad, conscientes de que los problemas físicos juegan tanto a su favor como el porcentaje de acierto a canasta.

Frente a una enfermería llena, en contra de Toronto jugaba la ansiedad. El haber caído derrotado en casa en el segundo partido de manera contundente, incapaces cuando Warriors decidió apretar el acelerador.

Paskal Siakam ya ha rescatado esta temporada a su equipo durante más noches de las que debería hacerlo un jugador de tercer año, por lo que la prensa canadiense centró sus esperanzas de mejoría en dos hombres: Kyle Lowry y Marc Gasol. Un base y un pívot. Las vías por las que empieza y termina el juego en un equipo de baloncesto. Ambos fueron otros en el tercer partido, el primero en California, para volver a poner de cara la serie para los campeones de la Conferencia Este (2-1). Gasol asumió responsabilidad en ataque y sumó 17 puntos en 26 minutos. Lowry recuperó el acierto desde la línea de tres. Un apartado clave del baloncesto actual, más todavía contra los reyes del triple en Estados Unidos. Ibaka brilló en defensa con seis tapones.

Ahora la presión vuelve a cambiar de bando en el cuarto partido (#Vamos, sábado 3.00). Los de Kerr necesitan ganar el tercer partido antes de que la serie regrese a Toronto con un resultado prácticamente irremontable. Los Warriors no perdían en casa en la final desde que LeBron y los Cavaliers les ganaron.