Liz Cambage, estrella de la NBA femenina: «Tengo problemas mentales, me afecta en mi trabajo y llegué a plantearme el suicidio»

P.C.D

DEPORTES

La australiana, una de las mejores jugadoras del mundo, revela en una amplia carta sus problemas de ansiedad y depresión, que le han apartado de su equipo en las últimas jornadas

22 ago 2019 . Actualizado a las 16:22 h.

Fue quien de batir el registro de anotación histórico en la historia de la WNBA: lo dejó en 53 puntos. En el último Mundial su figura emergió con Australia en el encuentro frente a España. Liz Cambage ha logrado, en la pista, erigirse como una de las mejores jugadoras del mundo. Sin embargo, su aplastante éxito en las canchas no le ha garantizado la felicidad. Ni mucho menos. Cambage, que milita en Las Vegas Aces, se perdió los últimos encuentros. El club lo justificó en un descanso necesario. La realidad es que Liz atraviesa una profunda depresión, que ha querido hacer pública en una extensa carta publicada por «The Players Tribune». Cambage asume que su salud mental está deteriorada y expone, entre otras cosas, que llegó a plantearse abiertamente el suicidio.

«Piensa en un día soleado en la playa. Te estás relajando, estás nadando con tus amigos. Un momento después, sin ni siquiera darte cuenta, la corriente te ha estado arrastrando lentamente hacia el océano. Ahora el agua se hace más y más profunda y todos tus amigos han desaparecido. Ya no está soleado, y no puedes moverte, y no puedes respirar... Hasta que de repente estás tu sola, bajo estas enormes y oscuras olas... Y te ahogas. Es lo más cerca que puedo llegar a describir cómo es cuando estoy deprimida», describe en el inicio de su carta.

«Mi salud mental ha influido negativamente en mi capacidad para hacer bien mi trabajo. Primero, el sábado contra las Wings, y luego nuevamente el lunes contra las Mystics». Cambage admite en su misiva que, tras el partido ante el equipo de Dallas, sufrió una grave crisis de ansiedad: «Vi un pasillo vacío fuera del vestuario y, con la equipación aún puesta, entré en pánico. No podía ni respirar. (...) Decidí dos cosas; tenía que volver a medicarme. Y necesitaba un respiro», prosigue.

Cambage reclama que los clubes tengan médicos especializados en salud mental, un problema que ella no ha escondido. En los Juegos de Río, en el 2016, tras la derrota de su selección, la australiana, en los cuartos de final llegó a plantearse el suicidio: «La gente se cree que está preparada para hablar de salud mental pero, ¿de verdad lo está? ¿Está preparada para comentar cómo, con 15 años, empecé a emborracharme hasta que perdía el conocimiento? ¿Cómo me despertaba con la vía en el brazo luego sin recordar nada? ¿Está preparada para hablar de cómo, en el 2016, estuve bajo vigilancia por riesgo de suicidio?. ¿De cómo llamé a mi madre para decirle que ya no quería seguir viviendo?».

 

La jugadora aclara, abiertamente a qué se debió su ausencia en los últimos compromisos de las Aces: «Hace dos semanas, por ejemplo, en el All-Star, a lo que llaman parón pero no lo es para las que están participando; había estado con la selección australiana y fui directamente a la sesión de autógrafos y eventos ya pactados, habían venido amigos míos a verme y este año he tenido mucho en mi vida personal (mi abuela ha estado en el hospital y la relación con mi novio se ha acabado). Ha sido demasiado. Siempre he sido sincera sobre esto, no es un secreto que he tenido problemas mentales toda mi vida». Una confesión que pretende una amplia reflexión.