España brilla, sufre y vence en territorio hostil

Ignacio Tylko

DEPORTES

INQUAM | REUTERS

Kepa evitó al final el empate local pero notable imagen coral y excelente puesta en escena de Robert Moreno, primer seleccionador español que gana en Rumanía

05 sep 2019 . Actualizado a las 22:59 h.

Salvo en el tramo final, en el que sufrió innecesariamente, notable desempeño de una España coral, intensa, rápida, profunda y generadora de un sinfín de ocasiones en el primer capítulo del curso, celebrado en el imponente estadio Nacional de Bucarest, donde en 2012 Radamel Falcao coronó al Atlético y cercenó las ilusiones del Athletic en la final de la Liga Europa. España rindió el mejor tributo posible a la familia de Luis Enrique, rota por la desgracia, y presenta un extraordinario pleno al 15 en el camino triunfal hacia la Eurocopa. Un golpe de autoridad de la selección en un territorio hostil, feudo tradicional de históricas batallas ante los tricolores, cuya afición empuja de lo lindo a unos soldados más débiles desde la caída del comunismo pero siempre abnegados. Robert Moreno, valiente en su planteamiento, el 4-3-3 tradicional, y tan ambicioso desde el primer día de concentración que se ha marcado el reto en público de ganar todos los partidos, ya es el décimo seleccionador español que se estrena sin derrota, todos desde Luis Suárez en un amistoso ante Yugoslavia en el lejano 1988. Pero el primero que ha puesto una pica en Rumanía, donde no supieron ganar los equipos de José Villalonga, Ladislao Kubala, en tres ocasiones Miguel Muñoz y Del Bosque. Otra barrera rota por España, la del miedo al territorio hostil.

Sin grandes tipos mediáticos, más allá de Ramos y en menor medida Busquets, esta España destaca por el bloque, no exento de individualidades forjadas en las mejores ligas de Europa. Las premisas son similares a las que implantó Luis Aragonés, cuya derrota precisamente ante los rumanos en 2006 marcó un punto de inflexión, pero después de unos años de travesía en el desierto el equipo vuelve a ser punzante. Posesión sí, pero para no para marearla sino para acabar en oportunidad de gol, como dijo Moreno en la víspera.

Fortaleza y templanza

Aunque a día de hoy el técnico catalán asegura que ve a todos sus hombres con la fortaleza y la templanza para ser titulares y presume de grupo versátil, da la sensación de que cada partido será un casting en búsqueda del equipo tipo de aquí a que la selección compita el verano próximo en la sede de Bilbao. Sobre todo para elegir el portero titular -la idea del entrenador ahora es alternar a Kepa y De Gea- el acompañante de Ramos, el escudero de Busquets en el eje del centro del campo junto a Fabián Ruiz, cada día más asentado, y los delanteros. Chicos para todo Una España de entreguerras pero que salió a escena muy bien dispuesta, con cinco cambios respecto al que goleó a Suecia el pasado junio en el Bernabéu. Fuera Carvajal, Iñigo Martínez, ni entre los 23 citados esta vez, Parejo y los lesionados Asensio e Isco, y dentro Navas Diego Llorente, Saúl, Alcácer y Ceballos, chico para todo en La Roja desde que Luis Enrique le alistó y esta vez tirado hacia el extremo izquierdo, demarcación en la que ya brilló en el Betis. Para los curiosos, un once con máximo dos jugadores de un mismo club, los culés Alba y Busquets, y cuatro sevillanos. Hay mucho y bueno donde elegir. Paciencia y esperanza.

España no regaló ni un minuto a los rivales en el primer episodio. Desde que sonaron los himnos y los rumanos cantaron aquello de «vida e libertad o muerte», un leitmotiv en tiempos del dictador Nicolae Ceausescu, dominio absoluto del favorito. Se equivocó Cosmin Contra al modificar el dibujo tipo y salir con tres centrales. Perdió más de lo debido aún el centro del campo y tampoco cerró bien por banda, ya que Alba y, sobre todo Jesús Navas, que con los años mejora como el buen vino, fueron dos puñales. Mención especial a Paco Alcácer, oro para los buenos centrocampistas porque no para de tirar desmarques y pocas veces la pide al pie. En apenas cinco minutos ya se había plantado el ariete del Dortmund dos veces ante Tatarusanu, el mejor de los locales, autor de seis paradas enormes en media hora. Y eso que es suplente del portugués Anthony Lopes en el Lyon.

Aunque el final de la película debió quedar visto para sentencia en el descanso, entre el guardameta local y la falta de pegada, la cita se quedó abierta, emocionante. Solo Ramos acertó, y de penalti. Y se ganó la amarilla por su celebración. Afán de protagonismo del alemán Aytekin, eterno amigo del barcelonismo desde el 6-1 al PSG. Tardó en caer la fruta madura pero Alcácer encontraría en el inicio de la segunda mitad el gol, ese premio que se mereció mucho antes. Ya suma 10 en la selección y sigue reivindicándose cada vez que viene. Menos noticias de Rodrigo y muy sólido y equilibrado el centro del campo, más posicional Busquets y tremendos en el despliegue físico Saúl y Fabián, un lujo en el fútbol moderno.

Atrás todavía hay ciertos desajustes, como el que permitió a Florin Andone acortar diferencias nada más atrás, cuando contra ya lo vio todo perdido. Con incertidumbre llegó la polémica, la obra típica de Aytekin, la expulsión de Llorente y la posición de Saúl como improvisado central hasta que entró Mario Hermoso. Faltaba las dos grandes parada de Kepa. España progresa adecuadamente, pero con matices.

Ficha técnica

Rumanía: Tatarusanu, Benzar, Nedelcearu, Chiriches, Grigore, Tosca, Deac (Maxim, min. 71), Marin, Stanciu (Ianis Hagi,min. 63), Puscas y Keseru (Andone, min. 56).

España: Kepa, Navas, Llorente, Ramos, Alba, Fabián, Busquets, Saúl, Rodrigo Moreno (Oyarzabal min. 719, Alcácer (Mario Hermoso,min. 84) y Ceballos (Sarabia, mi. 76).

Arbitro: Deniz Aytekin (Alemania): Expulsó a Diego Llorente (min. 79). Mostró amarilla a Ramos, Stanciu, Saúl Goles: 0-1, min. 28. Ramos, de penalti. 0-2, min. 47. Alcácer. 1-2, min. 59: Andone.

Incidencias: 50.000 personas en el estadio Arena Nacional de Bucarest, que no se llenó. Minuto de silencio y brazaletes negros por Xana, la hija pequeña de Luis Enrique. Partido del grupo F de clasificación para la Eurocopa 2020. Bengalas en uno de los fondos, pitos a Ramos y debut de Pablo Sarabia.