Las altas temperaturas del desierto y la humedad marcan el mundial más tardío de la historia

Será el mundial de la ciencia y la fisiología, anuncian los expertos, porque el atletismo jamás se ha visto en un escenario semejante: un Mundial en otoño (la fecha más tardía había sido un 6 de septiembre), que se dispute a 40 grados en el desierto y con pruebas nocturnas para que el maratón y la marcha no se conviertan en imposibles. Frente a este escenario que se dibuja para el Mundial de Doha que comienza mañana, los equipos han tirado de los gurús de la fisiología para buscar la mejor adaptación. El equipo español ha repartido un manual de supervivencia en donde abrigarse es la primera premisa cada vez que salgan a la calle.

Manual

A partir de los 36 grados, abrigarse. El estadio que albergará el Mundial de Doha tiene un sistema de refrigeración que permite que las pruebas de velocidad y los concursos se celebren casi del modo habitual, pero el problema para los atletas está en los cambios de temperatura. En el manual que la federación española ha repartido entre sus atletas se especifica que «a partir de los 36 grados hay que abrigarse», comenta el viveirense Adrián Ben. Hay que salir a la calle en manga larga y pantalón largo -«mejor beber y sudar que quemar la piel»-. El texto también pide máxima precaución con los cambios de temperatura, que pueden llegar a ser de 20 grados. Desde la IAAF se indica que el sistema del estadio Khalifa está preparado para un viaje térmico que consiste en que, mediante sistemas de aire acondicionado controlados, lo atletas puedan «evitar los cambios bruscos» y conseguir una temperatura controlada en todas las instalaciones por las que tengan que desplazarse.

Marcha y maratón

En las cámaras termorreguladoras del ejército del aire. Marchadores y maratonianos van a ser los que más van a sufrir el calor al disputarse sus pruebas en plena calle, aunque en horario nocturno. El equipo español de marcha estuvo con anterioridad dos veces concentrado en Doha para aclimatarse, pero además contó con la colaboración del ejército del aire y acudió a su base en Torrejón para entrenar simulando la misma temperatura (40 grados) y humedad (70 %) que se van a encontrar en Doha en las cámaras termorreguladoras de la institución militar. La parte final de la preparación la hicieron en Almería, la zona de la península más parecida al desierto que les espera.

Las píldoras

Pastillas que miden la temperatura corporal. Los atletas llevan incorporados en forma de cápsulas ingeribles sus propios termómetros para medir la temperatura corporal, aunque el dato nos se puede conocer hasta el final de la competición. El asunto de la temperatura es capital para las pruebas de ruta. «Se han hecho muchos test de sudoración para saber cómo cada atleta asume el esfuerzo. La forma más conveniente para bajar la temperatura es con agua y con hielo, tenemos que afinar todo lo posible», dice el vigués Santi Pérez, responsable del sector de marcha de la RFEA, que apunta como clave cumplir a rajatabla todos los avituallamientos y no perder ni una sola botella.

Las estrellas del Mundial

Christian Coleman - 100 metros

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Está llamado a suceder a Bolt como rey de la velocidad. Christian Coleman ha sido el hombre más veloz del mundo los dos últimos años y llega como líder de la temporada en los 100 metros con 9,81 segundos.

Divine Oduduru - 100 metros

Para muchos el nigeriano es el tapado y un claro candidato a darle un vuelco a las quinielas y de paso convertirse en el nuevo mesías de la velocidad. Llega con un mejor registro en el hectómetro de 9,86 s.

Dina A Sher-Smith - Velocidad

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La británica se ha convertido en la gran esperanza de la velocidad europea. Llega a Doha con la tercera mejor marca del año en 100 y 200 metros y parece la única que puede medirse a jamaicanas y americanas.

Mutaz Barshim - Salto de altura

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Es uno de los grandes del salto de altura masculino y además juega en casa. Todos los ojos del país anfitrión estarán puestos en el catarí Mutaz Barshim, uno de los favoritos en su disciplina.

Yulimar Rojas - Triple Salto

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La triplista venezolana, compañera de entrenamientos de Ana Peleteiro, vive un año pletórico con dos competiciones saltando por encima de los 15 metros. Puede ser una de las reinas del Mundial.

Jakob Ingebrigtsen - 1.500 y 5.000 metros

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El más joven de la saga Ingebrigtsen buscará el doblete en Doha midiéndose a los africanos tanto en el 1.500 como en el 5.000, en donde estará acompañado de sus dos hermanos buscando un podio familiar.

La opinión de Isidoro Hornillos

«España: menos balas, pero bien centradas»

España presenta un equipo integrado por 38 atletas, el número más bajo de la historia de los mundiales, exceptuando la primera edición de 1983 (Helsinki) en la que hubo 28 españoles. Por primera vez desde Helsinki 2005 no habrá ningún atleta masculino y femenino en pruebas individuales de velocidad. Tampoco nadie en 5.000 ni en 10.000 metros, y ninguna lanzadora. A priori, las mayores esperanzas están depositas en varios atletas, entre ellos los marchadores Álvaro Martín, Diego García y Miguel Ángel López (20 kilómetros) tendrán sus posibilidades de luchar por una medalla, al igual que María Pérez (20 km) y Julia Takacs (50 km) también son aspirantes al podio.

Otra opción muy clara, tal vez la que más, de conseguir medalla es la del vallista Orlando Ortega (110 metros vallas). Su mejor registro del año, 13.05 segundos, tercera mejor marca mundial del año, tras los americanos Holloway (12,98) y Roberts (13,00) acredita sus posibilidades. La gallega Ana Peleteiro, con 14,59 metros en triple salto, está situada en octavo lugar del ránking mundial, liderado por la venezolana Yulimar Rojas (15,41). Es probable que las medallas comiencen a partir de 14,80, pero la de Ribeira está preparada para ese reto.

Javier Cienfuegos (lanzamiento de martillo), en gran estado de forma, puede aspirar a medalla, mientras Adel Mechaal (1.500 metros), Fernando Carro (3000 obstáculos), Kevin López (1.500) y Eusebio Cáceres (salto de longitud) tienen opciones de ser finalistas. Adri Ben tendrá la oportunidad de adquirir más experiencia internacional e intentar bajar su mejor marca, aunque estas suelen ser carreras tácticas. Clase le sobra para bajar de 1.45 minutos en 800 metros.