El vigués Rubén Fernández, un atrevido en la corte, destaca por su ataque y está considerado una gran promesa sobre el tablero

Su ídolo es el francés Maxime Vachier-Lagrave, su apuesta es ser agresivo en el tablero y tener el ataque como norte y el resultado es convertirse en el primer medallista gallego en un mundial de ajedrez. Esta es la tarjeta de presentación de Rubén Fernández, un vigués que acaba de cumplir 14 años y que tiene en el bronce mundialista en la modalidad de blitz (una variedad súper rápida de este deporte ciencia) su tarjeta de presentación.

Todo comenzó para Rubén a los siete años y medio. «En el colegio, con mis amigos, cogimos un tablero y comenzamos a jugar. No sabíamos las reglas y nos las inventamos», recuerda Rubén. Poco después quiso «profundizar y seguir para adelante» y con ocho años llegó su primer contacto con el Xadrez Pontevedra-Universidade de Vigo, su club de toda la vida, y en donde tiene al uruguayo Daniel Rivera como profesor.

Ahí comenzó una carrera que le ha llevado a ser campeón provincial sub-16 con dos años menos, a ser campeón gallego y de España de su categoría, segundo por equipos y medalla de oro al mejor tablero e incluso campeón de Portugal con el XP Porto. Una hoja de méritos que ahora completa con el bronce mundial y un sexto puesto, en la misma cita, pero en la modalidad de rápidas. El fruto a tres horas diarias de entrenamiento con dos días de trabajo con sus profesores vía Internet y un tercero (los viernes) con carácter presencial. «Los profesores te ayudan a profundizar en estrategias y te dan nuevas ideas», explica. El resto de los días trabaja en solitario y aprovecha «para repasar e innovar ideas de teoría y táctica». Un avanzado.

Un buen estudiante

Estudiante de 3º de ESO en el colegio San Fernando con unas excelentes notas, Rubén define el ajedrez como «un deporte mental que también tiene su parte de ciencia y belleza», una disciplina en donde las matemáticas, otra de sus pasiones, son un factor fundamental. Y dentro de un deporte en apariencia tan reposado, este vigués apuesta por el riesgo y el vértigo. «Mi ídolo es Maxime Vachier-Lagrave, más o menos tengo su repertorio, porque me gusta ser agresivo en el tablero. No se trata de atacar siempre, pero sí jugar con esa idea». Y más allá de tácticas señala que lo más importante «es estar bien mentalmente». Y en el caso de modalidades como el blitz, pensar rápido y bien. «Es la modalidad que más me gusta porque es bastante rápida y frenética da lugar a situaciones graciosas». Las partidas son de tres minutos más dos segundos de bonificación.

El ajedrez le ha permitido conocer países como Eslovaquia, Rumanía o Portugal, viajes casi todos costeados por sus padres porque apenas goza de ayudas (el gasto anual puede rondar los 12.000 euros), un hándicap que en absoluto le aleja de sus objetivos a largo plazo: ser maestro internacional -«por lo menos necesitaré diez años para conseguirlo», dice como previsión- y poder ganar algún torneo de renombre. Está en el camino.

Un jugador creativo que disfruta en el tablero: un maestro internacional analiza las cualidades de Rubén

Rubén está en nuestro club desde los ocho años y su principal cualidad es que le encanta el ajedrez, lo ama y eso le permite disfrutarlo mucho. Lo importante es que se deleita con el ajedrez y puede estar horas y horas jugando. Se trata de un jugador muy creativo, que calcula bien. Es agresivo, le gusta el ataque y las partidas complejas. Siempre se mete en el lío a tope. De niño le encantaban los estudios artísticos en ajedrez, porque nuestro deporta también es un arte. Diría que cualidades las tiene todas pero estamos hablando de un niño que acaba de cumplir los 14 años y está en pleno progreso y todavía puede dar mucho más de sí. Además, en los estudios va excelente, sin ningún problema, lo que es importante también.

Rubén nos vas sorprendiendo. Fue ganando los campeonatos gallegos de sus categorías, luego el provincial sub-16, fue dos veces subcampeón de España (el año pasado se jugó el título con Pedro Giner, que es un año mayor y que luego quedó campeón del mundo) y ahora ya es campeón y el mes pasado consiguió la primera medalla para Galicia con el ritmo de blitz en donde las partidas son a ritmo vertiginoso y en donde tienes que calcular y jugar muy rápido. En el club estamos muy contentos con su mejora. Hay que tener en cuenta que el ajedrez aquí es secundario. Si fuera en otro país tendría becas y podría compaginar los estudios. Es importante lo que está haciendo, compaginando estudios y amigos, y luego disfrute del ajedrez, lo que unido al talento que tiene hace que los triunfos y las grandes satisfacciones lleguen solas.

Daniel Rivera es maestro internacional y profesor de Rubén Fernández.