El Dakar de Alonso: expectativas versus realidad

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El coche de Alonso y Coma
El coche de Alonso y Coma

03 ene 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

«Sería muy osado pensar en una victoria. Incluso Sébastien Loeb, el mejor piloto de rallys de la historia, todavía no ha conseguido el Dakar. ¡Imagínate yo, que vengo del asfalto!». Fernando Alonso se sacude la presión, con estas palabras, delante de las cámaras de RTVE. El asturiano se muestra cauto frente al desafío dakariano y por eso ha enviado un mensaje claro a la afición. Pero, por encima de la búsqueda de titulares en la prensa, sobrevuela siempre el ADN ganador del bicampeón de F1. Gane o no, Alonso no va a probar suerte al Dakar 2020, ni a vender gorras de Kimoa... Fernando ya está concentrado en Arabia Saudí para disputar la prueba de rally raid más exigente del mundo, al máximo nivel.

Y por competir podemos entender diferentes metas. Glyn Hall, el jefe del asturiano en el equipo Toyota Gazoo Racing, explicaba en una entrevista con este diario que el objetivo de la pareja Alonso-Coma es «acabar en el Top 10». Conociendo la ambición de Fernando, este desafío puede saber a poco… En su cabeza puede tener un Top 5 o, incluso, ganar alguna etapa concreta. Durante su pretemporada exprés en el mundo de los raids, hemos escuchado diferentes pronósticos de los veteranos del Dakar, desde los que opinaban que Alonso debe conformarse, simplemente, con «terminar la prueba», hasta los más optimistas. Nani Roma, por ejemplo, comentaba a LA VOZ DE ASTURIAS que «ganar el primer año es imposible». Así de tajante. Mientras que Monsieur Dakar, Stéphane Peterhansel, se aventuraba con una porra ante los medios españoles: «Fernando acabará entre los cinco primeros». 

Es difícil dibujar escenarios en una prueba con un nivel de incertidumbre tan grande como el Dakar, pero sí podemos aventurarnos y apuntar tres claves para el éxito de Alonso: fortaleza física, disciplina mental y la fiabilidad de su coche y de todo el equipo humano de Toyota Gazoo Racing.

Fortaleza física: Fernando batirá su propio récord de horas (seguidas) al volante, a pesar de ser el actual campeón del mundo de Resistencia (aquí no hay rotaciones entre pilotos): 7.500 kilómetros en 12 etapas, el 75% sobre arena, que hacen de este Dakar uno de los más largos y exigentes de toda su historia. Además del cansancio y las altas temperaturas, las dunas y otros obstáculos (‘hierba de camello’, baches, zanjas imprevistas…) pondrán a prueba la destreza y la resistencia de los pilotos. Contar con una buena preparación física es una cuestión mucho más determinante en esta competición que en otras disciplinas del mundo del automovilismo.   

Disciplina mental: Saber pilotar con inteligencia. Tomar la mejor decisión posible frente a los imprevistos… ¡Y mucho auto-control! Tener la cabeza fría y no dejarse llevar por los impulsos o las emociones fuertes, en situaciones de crisis (averías, pinchazos...) Durante la pretemporada, Alonso y Coma tuvieron que superar un vuelco, conducir varios kilómetros sin parabrisas (con arena en el rostro) y realizar reparaciones in situ. La incertidumbre es, sin lugar a dudas, la mayor dificultad del Dakar. Fernando tendrá que demostrar, además, sus conocimientos mecánicos, para hacer frente a determinadas situaciones. ¡Aquí no hay paradas en boxes como en la F1!

Fiabilidad del coche y del equipo humano: El Toyota Hilux (vehículo ganador de la pasada edición) y la experta plantilla de Toyota Gazoo Racing son dos puntos fuertes para el piloto asturiano. Las sensaciones con el coche han sido excelentes y ha existido buena química con el equipo durante los test. Además, Alonso tendrá sentado a su lado un ‘navegante’ de lujo: Marc Coma (novato en coches, pero cinco veces ganador en motos y con experiencia como director deportivo del Rally Dakar). Un buen copiloto representa, según los viejos lobos del desierto, más del 50% de las probabilidades de éxito. El copi debe indicar bien el rumbo, interpretar con rapidez el road book, avisar de los peligros… De momento, la sintonía entre Alonso y Coma es total.

En el momento en que los grandes favoritos vayan cayendo, veremos las opciones reales de Fernando. Nassier Al-Attiyah (Toyota Gazoo Racing) parte como número uno en las quinielas, por delante de otros pesos pesados como Giniel de Villiers (Toyota Gazoo Racing) o Peterhansel (Mini). Además del desafío Alonso, otro reto bonito es el que tiene por delante Carlos Sainz (Mini), íntimo amigo del asturiano y el piloto más veterano en ganar la prueba (se alzó con su segundo Dakar en 2018, con 55 años). ¡El Matador va a por todas, a sus 57 palos!

La aventura saudí de Alonso se podrá seguir por televisión a través de Teledeporte y Eurosport. La cadena pública española ofrecerá un programa diario con información de cada etapa, a las 21:45 horas (5 al 17 de enero), además de conexiones especiales.

Y tú, lector/a de La Voz de Asturias… ¿Qué opinas? ¿Qué regalo de Reyes debería pedirle la afición asturiana a Fernando Alonso?