El portugués Paulo Gonçalves fallece durante la séptima etapa del Dakar

EFE

DEPORTES

Reuters | Hamad I Mohammed

El luso ha muerto como consecuencia de una caída. De 40 años, disputaba su decimotercera edición de la prueba, en la que había logrado un segundo puesto como mejor resultado

17 ene 2020 . Actualizado a las 09:53 h.

El piloto portugués Paulo Gonçalves ha fallecido este domingo durante la séptima etapa del rally Dakar, según informó la organización del rally.

Gonçalves, de 40 años, sufrió un accidente a la altura aproximadamente del kilómetro 263 de la etapa entre Riad y Wadi Al Dawasir (Arabia Saudí), que tenía el tramo cronometrado más largo de todo el rally, con un total de 546 kilómetros de competición.

El portugués participaba por decimotercera vez en el rally más duro del mundo, y por primera vez lo hacía con la marca india de motos Hero, tras haber competido antes con la japonesa Honda, con la que en 2015 quedó segundo del Dakar, el mejor resultado de su carrera.

El piloto estaba inconsciente y presentaba una parada cardiorrespiratoria cuando acudió a su rescate un helicóptero de la organización del Dakar.

Los médicos de la carrera le practicaron maniobras de reanimación en el mismo lugar del accidente sin éxito, por lo que fue el piloto luso fue trasladado al hospital de Layla, dentro de la región de Riad, donde se certificó su fallecimiento.

Uno de los pilotos que se detuvo a ayudar al motociclista accidentado fue el australiano Toby Price (KTM), último ganador del Dakar y tercero en la clasificación general de la actual edición del rally.

Price se encontraba entre los pilotos que iban marcando los mejores tiempos del día en los primeros sectores de la etapa, pero optó por detenerse al encontrar a Gonçalves tendido en el camino.

Además del segundo escalón del podio del Dakar obtenido en 2015, el piloto portugués había finalizado el rally otras tres veces entre los diez primeros.

Es la primera muerte de un participante del Dakar en cinco años, pues el rally no registraba ninguna víctima moral desde 2015, cuando el motociclista polaco Michal Hernik falleció por deshidratación.

El rally Dakar 2020 se disputa del 5 al 17 de enero con doce etapas y un recorrido de casi 8.000 kilómetros, de los que más de 5.000 son cronometrados, con salida en Yeda y final en Qiddiya, una gran ciudad de ocio que se construye a las afueras de la capital Riad.

La séptima etapa del rally tenía 546 kilómetros cronometrados y se anticipaba una ruta muy rápida entre valles de arena y dunas rumbo al «Cuarto Vacío», una área de desierto de 650.000 kilómetros cuadrados prácticamente deshabitada.

Un piloto respetado por todos

El portugués Paulo Gonçalves, que falleció este domingo en un accidente durante la séptima etapa del Dakar, era uno de los motociclistas más queridos y respetado de la caravana del rally más duro del mundo, por su inagotable amabilidad, solidaridad y carácter afable.

A Gonçalves se le conocía también como 'Speedy', no solo por su gusto por la velocidad cuando iba montado en la moto, sino también por su baja estatura, en un símil con el ratón de dibujos animados Speedy Gonzáles.

Nacido en 1979 en Esposende, cerca de Braga, Gonçalves comenzó su carrera deportiva en 1991 en el motocross y durante la última década fue el mayor exponente del motociclismo de Portugal, junto a su cuñado Joaquim Rodrigues, con el que desde este año compartía equipo en el Dakar dentro de la estructura de Hero.

ASIDUO AL DAKAR

Debutó en el Dakar en 2006 con vigésimo quinto puesto y desde entonces no se perdió ni una sola cita con el rally más duro del mundo excepto en 2018, cuando no tomó la partida por una lesión de la que no se recuperó a tiempo.

Por eso el piloto luso era uno de los más veterano de la caravana y además podía presumir de haber participado en los tres «capítulos» del Dakar, con dos participaciones en África, diez en Sudamérica y esta, su decimotercera, que era en Arabia Saudí.

Su mejor resultado fue en 2015 cuando terminó segundo tras el español Marc Coma, quien se hizo con su quinto Dakar, mientras que otras tres veces (2010, 2013 y 2017) también quedó entre los diez primeros.

El Dakar también dio momentos de amargura al portugués, con algunas caídas y otras situaciones singulares como cuando en 2014 su moto acabó en llamas ante las lágrimas desconsoladas del piloto.

LA SOLIDARIDAD COMO BANDERA

Pese a todo, la solidaridad era la bandera que llevaba siempre Gonçalves a todas las carreras, como cuando en el Dakar de 2016 se detuvo a pesar de que estaba en la cabeza de la carrera para auxiliar al piloto austríaco Matthias Walkner.

Eso le valió que el Instituto Portugués de Deporte y Juventud lo premiase el Premio de Ética en el Deporte.

«En el Dakar el riesgo está siempre al acecho. No soy un héroe, soy un ser humano que respeto a los demás. Nuestra vida vale más que cualquier victoria porque sin ella no ganamos», dijo al conocer que había sido distinguido por ese gesto.

«El espíritu del Dakar es el mismo. Pasamos muchas horas solos, muchas veces en el desierto. Unas veces nos ayudamos, y en otras somos ayudados», agregó en aquel entonces.

Pocos días después de auxiliar a Walkner, Gonçalves tuvo que abandonar al sufrir un fuerte accidente donde perdió momentáneamente la consciencia.

DISPUESTO A NO RENDIRSE

Cuatro años después, de nuevo un accidente con pérdida de consciencia le costó la vida al piloto luso, esta vez en el desierto de Arabia Saudí, cuando quería demostrar que a su edad podía seguir estando entre los primeros.

Tras una primera parte donde predominaron los fallos mecánicos en su moto, con cambio incluido de motor, Gonçalves se aventuraba a esta segunda parte de la carrera con el propósito de escalar posiciones en la clasificación general.

«Se trata del Dakar, así que lo importante es terminar. Aunque la general ya no cuente para mí, no me rindo. Voy a intentar darlo todo cada día», había dicho Gonçalves apenas tres días antes de su fallecimiento en plena carrera.

RECIENTE DESAFÍO

Después de seis años en el equipo de Honda, Gonçalves había aceptado ser el piloto principal del equipo oficial de la marca Hero, con la que se estrenaba en este Dakar.

«Me ilusiona este nuevo desafío. A veces parece que hay que hacer cambios para encontrar ese plus de motivación. De momento, contento. Solo he participado en dos carreras, pero he hecho etapas muy buenas», había dicho antes del inicio del rally.

El portugués deja a una mujer y dos hijos. Fuera de los rallys, Gonçalves era un gran aficionado del Benfica, cuyo escudo llegó a llevar en su moto.