En el aniversario de los goles que marcó a Inglaterra en el Mundial de México de 1986, el Pelusa ha dejado una nueva imagen de su decadencia
23 jun 2020 . Actualizado a las 14:10 h.Han pasado 34 años de los dos goles que Diego Armando Maradona marcó a Inglaterra en los cuartos de final del Mundial de México 1986. En el aniversario de los tantos de El Pelusa conocidos como «La mano de Dios» y «El gol del siglo XX» la imagen del mítico delantero deja mucho que desear.
Conocidas su adicciones, Maradona fue grabado en una fiesta bailando junto a su ex mujer, Verónica Ojeda, visiblemente perjudicado. Con dificultad para moverse, balbuceando y con la cara desencajada, el técnico de Gimnasia poco tiene que ver con aquel que cautivó a los amantes del fútbol con sus goles.
Al ritmo del Bombón asesino, trata de coordinar sus movimientos como puede, hasta que en un momento del esperpéntico baile decide bajarse los pantalones y mostrar su trasero. La decadencia de Maradona es más que patente.
Los escándalos de Maradona se cuentan a pares. Su etapa como estrella del fútbol concluyó en Nápoles cuando se agudizó su adicción a las drogas. Él mismo confesó: «Tenía 24 años cuando consumí droga por primera vez. En Barcelona. Ha sido el error más grande de mi vida». Era 1991 y la estrella comenzaba a diluirse. A partir de entonces, su imagen se ha ido deteriorando a pasos agigantados.
Aunque pasan los años, Maradona no dejar de ser noticia, y no precisamente por el talento que derrochó en cada una de las canchas que pisó, sino por los escándalos que ha protagonizado.
Durante un partido de Argentina ante Nigeria en el Mundial de Rusia en el 2018, el astro argentino tuvo tiempo a todo. Cantó cual hincha, se durmió en su asiento y tuvo que ser ayudado para salir del estadio ante el deplorable estado en el que se encontraba.
Un reciente guiño a su mujer por parte de un periodista también causa una tensa disputa de el Pelusa. «¿Qué te pasa, bobo? ¿Por qué te metés con mi mujer si yo con vos no me meto?», increpó Maradona a uno de los periodistas presentes antes de bajarse del coche y darle una bofetada, en un momento que fue recogido por las cámaras de televisión.