Joel Álvarez: «La UFC es como una película de acción, los mejores de cada país peleando en una jaula»

Luis Fernández
Luis Fernández REDACCIÓN

DEPORTES

Joel Álvarez «El Fenómeno»
Joel Álvarez «El Fenómeno»

El luchador asturiano acaba de sumar su segunda victoria en el torneo de artes marciales mixtas más famoso del mundo y ya espera fecha para su próximo combate

27 jul 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Desde que Joel Álvarez (Gijón, 1993) comenzó a recorrer los cuadriláteros de Asturias y del resto de España, en cualquier tipo de disciplina en la que encontrase rival, el asturiano ha apuntado alto. Los que seguían sus combates veían en él algo especial y ya le auguraban un futuro prometedor. «Este guaje ye un fenómeno», comenzaron a decirle, y de ahí le viene el apodo de «El Fenómeno». A sus 27 años, Álvarez es uno de los deportistas asturianos de moda, especialmente tras su última victoria para la Ultimate Fighting Championship (UFC), la empresa que organiza los torneos de artes marciales mixtas más prestigiosos del mundo. Centrado ya en su próxima pelea -para la que aún no tiene fecha ni rival- el gijonés repasa el camino que ha recorrido hasta ahora y sus planes más inmediatos. Después de pasar un confinamiento en el que se escapaba para seguir entrenando hasta que los vecinos le denunciaron y tuvo que parar, Joel Álvarez afronta el futuro confiado y con optimismo.

-Empecemos por lo más reciente. Con el paso de las horas y un análisis frío, ¿Cómo recuerda la pelea?

-Fue perfecto. Todo salió según el plan que teníamos en mente y no se puede pedir más. Queríamos cortar el boxeo de Duffy con patadas a la pierna y ponernos de zurdo para iniciar nosotros el strike u obligarlo a él a entrar, como hizo, a derribarme y buscar la finalización. Es verdad que salió antes de lo previsto, peroestaba todo muy calculado.

-¿Fue más fácil de lo esperado?

-Fácil no es ninguna pelea, la verdad. Yo siempre digo que la pelea no es solo el combate, es toda la preparación, las semanas que llevas trabajando duro, la dieta... Fácil nunca hay una pelea. Es cierto que el combate en sí fue rápido, pero llevábamos los deberes hechos. Salimos a hacer nuestro trabajo, muy preparados, y salió así igual que podía haber salido en el tercer asalto.

«Soy un finalizador y dentro de esas finalizaciones mi especialidad son los estrangulamientos»

-Victoria por estrangulamiento en el primer asalto. ¿Es ese su punto fuerte en las artes marciales mixtas?

-Es verdad que soy un finalizador, de 17 victorias 15 han sido por sumisión y 2 por KO. Soy un finalizador y dentro de esas finalizaciones mi especialidad son los estrangulamientos. Es algo que había repetido muchas veces con los sparring, que suelo hacer y que en la pelea salió perfecto. Cuando me entran a derribar resuelvo con la guillotina

-¿Cómo fue el «confinamiento» en la isla de Abu Dabi?

-Llegamos de sábado por la mañana, una semana antes de la pelea, y la verdad que todo muy bien allí. Hacía mucho calor, con días de 48 grados y mucha humedad, pero estábamos en una zona acotada para luchadores que era zona segura, en una parte de la isla. El hotel era de lujo y mientras entrenamos en una terraza pasaban los Fórmula 1 por abajo. Fue todo muy guapo y la experiencia moló un montón. Nos trataron a cuerpo de rey, como siempre.

-La UFC es uno de los pocos grandes eventos a nivel internacional que no ha parado. ¿Cómo lo hacen?

-La verdad es que no sé exactamente cómo lo hacen, pero UFC es una empresa que marca la diferencia con los demás y que apostó por seguir vendiendo el espectáculo a la clientela aunque fuera por Pay per View y sin público.   

«Me favoreció pelear sin público. Estaba más concentrado»

-¿Cómo se sintió peleando sin público?

-A mi me favoreció, la verdad. Estaba menos nervioso, más concentrado, y escuchaba más a mi esquina. Con público, a veces, te dejas llevar por la sangre y la emoción y no piensas tanto ni estás tan concentrado.

-Las artes marciales son un deporte de mucho contacto. ¿Tiene miedo al contagio?

-Ninguno. Una empresa funciona por algo, y no había riesgo. Hicimos 5 o 6 pruebas a lo largo la semana, así que era imposible que hubiera contagios.  Hicimos dos cuarentenas, una primera en Londres de miércoles a viernes y luego otra en la isla. Una vez cumplido eso ya nos dejaban movernos un poco más libremente, pero lo llevaban todo muy al dedillo.

-Su contrato con la UFC es por cuatro peleas y ya lleva tres. ¿Ya tiene fecha para la siguiente?

-De momento, a esperar. Me queda la última por contrato y a ver si llaman antes de que acabe el año. Estamos listos, yo no paré de entrenar y nada más llegar a Gijón ya me puse otra vez. Estamos listos para cuando me llamen.

-Nada más ganar su última pelea lanzó el mensaje de que había ido para quedarse. ¿Cuál es su objetivo?

-Mi objetivo es renovar el contrato. Ganar la siguiente pelea y luego intentar estar ahí lo máximo posible. Es la cúspide de mi deporte, competir con los mejores es una pasada, así que quiero llegar a dar el máximo de mí y ver hasta dónde llego.

-¿Con quién le gustaría enfrentarse en esa siguiente pelea?

-Me da igual con quien pelear. Estando con los mejores, el que me pongan será bueno. Daré lo mejor de mí, no tengo a nadie en mente. Con cualquiera que sea es uno de los mejores de su país  y esto es un poco como una película de acción. Los  mejores de cada país peleando en una jaula.

-En varias ocasiones ha mostrado interés en completar su formación en otros países. ¿Sigue queriendo ir a Brasil?

-Lo tengo apartado. Entreno muy bien en Gijón, en el gimnasio Tibet, y todo me está saliendo a pedir de boca. Tenemos en mente mi equipo y yo marchar a Tailandia unos meses a crecer como luchador, a trabajar con sparring de allí y a seguir creciendo. No es para hacer peleas, es para seguir mejorando.

-¿Su idea es seguir entrenando en Asturias o se plantea cambiar de región o de país de forma permanente?

-No tengo intención de irme. Sí que quiero seguir aprendiendo y hacer cosas como lo de Tailandia, pero la intención es volver a Gijón y seguir aquí.

«En el confinamiento me escapaba a entrenar al gimnasio. Los vecinos llamaron a la policía y tuve que parar»

-Este ha sido un año atípico por el coronavirus. ¿Cómo ha afectado el confinamiento a su preparación?

-El confinamiento para mí fue un parón total. Al principio vivía al lado del gimnasio y me escapaba, pero  los vecinos llamaron a policía. Les comenté mi caso, que yo vivo de eso y que no era solo por hacer deporte. Se portaron bien pero tuve que parar y fue un parón total, me dedicaba a jugar a la Play y poco más. Luego recuperé la motivación, entrenaba en casa haciendo manoplas con mi compañero de piso y haciendo algo de pesas hasta que levantaron la mano a los profesionales. Entonces empecé a salir a correr, iba a casa de mi entrenador a hacer manoplas allí. Poco a poco fui recuperando las ganas y la forma.

-¿De dónde viene el apodo de «El Fenómeno»?

-Lo de fenómeno es algo que se dice mucho en Asturias. Como yo peleaba todo lo que podía, en cualquier disciplina y contra quien fuese, encima siempre con buenos resultados y ganaba peleas que en principio tenía pocas opciones porque eran contra campeones o gente buena, empezaron a decirme «este guaje ye un fenómeno», y me quedó lo de «El fenómeno».