El CSD manda al Deportivo a Segunda B

DEPORTES

David Fernandez

El Gobierno, que ya había decidido antes de la cita con la Liga y la federación, aprueba una categoría de plata con 22 equipos, lo que supone el descenso del club, que solo evitaría la justicia ordinaria

27 ago 2020 . Actualizado a las 22:12 h.

El Consejo Superior de Deportes (CSD) consumó ayer el golpe definitivo al descenso del Deportivo, al resolver su mediación ante la Liga y la Real Federación Española de Fútbol con el impulso de un calendario de Segunda División de solo 22 clubes, y no 24. Rechazó, por tanto, sin la ampliación que habría salvado al club coruñés y al Numancia, los dos clubes directamente perjudicados por un final de liga adulterado, al no celebrarse la última jornada en horario unificado por la suspensión de la visita del Fuenlabrada a Riazor como consecuencia de los positivos en su plantilla, envueltos también en varias irregularidades. El CSD ejecutó al club coruñés, que tenía agotada la vía de la justicia deportiva y solo puede acogerse ya a la ordinaria, al no impulsar a tiempo y de forma más decidida un acuerdo para la ampliación de la categoría de plata. Así lo tenía decidido ya desde antes incluso de la celebración de la reunión de ayer, convertida aparentemente en un paripé. Lo confirman varias fuentes conocedoras de una conversación el miércoles entre la presidenta del CSD, Irene Lozano, y la alcaldesa de A Coruña, Inés Rey. Ante la insistencia de la regidora en la existencia de irregularidades alrededor del presidente de la Liga, Javier Tebas, Lozano le deslizó que no habría ampliación de la Segunda —un día antes de la celebración de la reunión— y que contase con el futuro del Deportivo en Segunda B. Una filtración que generó ayer una ola de indignación en el deportivismo, al considerarse un insulto la convocatoria y la celebración de la reunión cuando ya todo estaba decidido de antemano. Lozano se alineó con los postulados de la Liga —la patronal desde el principio intentó exculpar al Fuenlabrada, para el que trabaja el hijo del presidente de la Liga, Javier Tebas Llanas— y desoyó la petición de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) para ampliar la categoría de plata.

Al acto en la sede del Consejo Superior de Deportes ya ni siquiera acudió Lozano. La presidenta del CSD, desaparecida para atajar la polémica del caso Fuenlabrada a tiempo, delegó la asistencia a la reunión en su director general de Deportes, Joaquín de Arístegui, una persona considerada afín a Javier Tebas. De hecho, el propio CSD emitió ayer una nota en defensa «de la honorabilidad y trabajo» de su alto cargo, por «la vinculación laboral de uno de sus hijos con LaLiga». Antes, a raíz de la propuesta de la federación de la creación de una Segunda con 24 equipos, también había delegado el tema en otro cargo, el subdirector general de Alta Competición, Carlos Gascón.

Con Luis Rubiales como presidente en funciones, fueron Andreu Camps y Tomás González Cueto quienes ejercieron la representación de la RFEF, mientras que por LaLiga acudieron Luis Gil y Mario Chaparro.

La resolución del CSD llegó un día después de que el TAD rechazase cualquier investigación del caso Fuenlabrada a través del Comité de Competición de la Federación Española, pues considera competente en este caso al juez de Disciplina Social de la Liga, pese a que es un órgano propio de la patronal para enjuiciar el propio comportamiento de sus afiliados.

Precisamente la resolución del TAD fue utilizada por De Arístegui cuando las posturas parecían antagónicas. Apeló a que el Tribunal Administrativo del Deporte se inclinó por dar primacía a la investigación del juez de disciplina social de la Liga. Tanto el Deportivo como el Numancia insistieron ayer en recordar al CSD las irregularidades cometidas por la Liga y el Fuenlabrada y en cómo no podían terminar siendo los perjudicados. El club coruñés insistió en el sorprendente silencio del CSD ante sus reclamaciones. Y El club soriano, además, puso el foco en el sinsentido de que se permitiese que un órgano de la propia patronal sea quien tenga la potestad de resolver sobre el caso Fuenlabrada.

La RFEF defendió ayer en un comunicado que la propuesta de calendario aprobada no contaba, «en contra de la normativa vigente», con el visto bueno de la Asociación de Futbolistas Españoles.