El Masters agita el debate

Paulo Alonso Lois
PAULO ALONSO REDACCIÓN / LA VOZ

DEPORTES

ERIK S. LESSER | EFE

Augusta estrena hoy una salida del 13 para frenar a los pegadores y su política de alargar el campo le respalda: no solo ganan los jugadores de más potencia

12 nov 2020 . Actualizado a las 09:32 h.

El origen del cambio, como tantos del golf contemporáneo, radica en el triunfo por aplastamiento de Tiger Woods en el Masters de 1997. Ganó con 12 golpes de ventaja tras jugar un campo distinto al del resto gracias a su pegada. Venció entonces con una media de distancia con el driver de 295 metros, un escándalo para la época. Aquel aviso agitó un debate que ganó la industria del equipamiento: no se limitó el avance tecnológico para que los jugadores, ahora atléticos, siguiesen haciendo las mismas distancias de antes en los mismos campos, sino que se alargaron los recorridos para que los materiales de las bolas y los palos fomentasen récord tras récord. También Augusta mudó su piel. Desde el 2002, el club retocó 14 de sus 18 hoyos. Un sacrilegio para muchos. Casi dos décadas después, no llegó el apocalipsis. La chaqueta verde no recae, no, sobre los grandes bombarderos, no elimina a los jugadores habilidosos. Un vistazo a la media de distancia que consiguieron los ganadores desde 1997 revela que la potencia con el driver no ha sido el arma clave. Hubo vencedores de muy distinto molde. Más bien al contrario, es el approach al green el golpe que marca diferencias, y la estadística que discrimina los impactos ganados en la aproximación a la bandera lo demuestra. En los últimos cinco años, los mejores en esa faceta ganaron tres títulos (Jordan Spieth en el 2015, Danny Willett en el 2017 y Tiger Woods en el 2019), consiguieron un segundo puesto (Justin Rose en el 2017) y un tercero (Spieth en el 2018).

 Augusta, con Jon Rahm entre los favoritos y otros dos españoles en liza, Rafa Cabrerra y el exganador Chema Olazábal, estrena hoy otro cambio (Movistar Golf, 16.30 horas). Compró terrenos en el campo de golf contiguo para retrasar el 25 metros tee del 13. Así, los pegadores que sobrevolaban los árboles para acortar ese par 5 de 466 metros sin necesidad de buscar un golpe con efecto de derecha a izquierda, con más riesgo, ya no verán ese atajo. La salida será más tensa para todos, como era antes de que el aumento de la distancia facilitase la salida. El rediseño ha generado, otra vez, debate. ¿Otro zarpazo al diseño original? Muchos recuerdan que el retoque mantiene la esencia del hoyo, sin permitir el moderno truco de sobrevolar los árboles. Desde hoy, allí, en un extremo del Amen Corner, se dirime el título.