El Rey planea una abdicación que sea historia de la NBA

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Bronnie James, el hijo del de Akron, es ya una estrella mientras su baloncesto sigue creciendo

04 ene 2021 . Actualizado a las 11:35 h.

Por desgracia para los «hijos de», el talento no es un chalé en La Moraleja. En el deporte no hay impuesto que asegure una herencia a la siguiente generación.

Claro que la ascendencia abre puertas. Mick Schumacher tiene en su apellido su patrimonio y sus pesadas expectativas. El clan Sabonis está de vuelta en la NBA y Luca Zidane ha llegado al fútbol profesional pagando, eso sí, el peaje de la duda constante. Todos ellos vivirán holgadamente del deporte, aunque ninguno se asome a la leyenda que tienen en casa.

Lebron James Jr. «Bronny», hijo de LeBron James, tiene 16 años, afronta su segundo año en el equipo del instituto Sierra Canyon y su padre hizo cuentas en rueda de prensa nada más firmar su renovación con Los Angeles Lakers hasta el 2023. «Lo mejor de esto es que el año en que seré agente libre será el mismo en que mi hijo mayor se gradúe de la escuela secundaria. Así que tendré algunas opciones de cara al futuro», dijo el de Akron. Cuando habla de opciones, se refiere a la oportunidad de compartir vestuario en la NBA con su hijo.

En la carrera de James, lo deportivo ha pesado tanto como el relato —Jordan explotaría la narrativa de su carrera con posterioridad—. El jugador era ya una estrella en el instituto y ha sabido convertir cada paso dado, cada decisión, en un peldaño de su escalada constante a la épica. Su llegada a la Liga fue un acontecimiento, debutó en Cleveland (el equipo de su estado natal), tuvo a todo el país pendiente de su decisión cuando fichó por Miami, regresó a Ohio como parte del guion de una promesa por cumplir, ganó el campeonato y en los Lakers alimentó la misión de devolver la gloria a la franquicia tras la muerte de Kobe Bryant. No cabe duda de que a la NBA se le cae la baba con la idea de que el encuentro en una cancha entre padre e hijo llegue a producirse.

El baloncesto americano vive una era en la que la repercusión social pesa tanto o más que el talento. Cabe recordar cómo corrieron ríos de tinta sobre los Ball. No eran jugadores completos, pero las exageradas expectativas generadas por Lavar Ball —un exjugador profesional de fútbol americano— sobre las capacidades de sus hijos los hizo famosos y acabó con Lonzo en el Staples como número 2 del draft del 2017 y, este año, con LaMelo siendo elegido en el número tres por Charlotte Hornets. Las franquicias apuestan por celebrities para expandir sus mercados.

El interés que despertaban los Ball no puede ni compararse a Bronny James, que es ya una estrella en Instagram. Casi 6 millones de personas están pendientes de las publicaciones de un adolescente en las redes sociales y varias polémicas recientes en ellas han acrecentado su fama. Fue comidilla de la prensa sensacionalista tras darle un «me gusta» a una publicación de Larsa Pippen, la exmujer de Scottie Pippen de 46 años —y, aún encima, amiga de las Kardashian—. O cuando se filtró un vídeo suyo fumando un porro.

Bronny es sin duda un filón para el futuro si su juego le alcanza para llegar a la NBA. De momento, entra en las quinielas. No obstante, el clan James tendrá que sortear un obstáculo si quieren coincidir en un pabellón. Actualmente, la normativa de la Liga impide que ningún jugador participe en la competición si no ha pasado antes por la universidad. La organización tendrá que decidir —las reglas se revisan por votación cada año—, si renuncia a esta norma.

Gilbert Arenas, amigo de LeBron, dice que Bronny le mejora en varios aspectos

Bronny James no es solo el jugador de baloncesto de escuela secundaria más influyente de todos los tiempos. También es, por más que lo que más se conozca de él sea su personalidad en Internet, un proyecto de futura estrella.

El exjugador franquicia de Washington Wizards Gilbert Arenas, amigo personal de LeBron, respondió en un podcast al jugador de los Lakers, que le pedía un informe técnico sobre su hijo. Y aseguró que Bronny es mejor que lo que lo era su padre a su edad en algunas facetas del juego. «Probablemente, tiene un mejor tiro del que tú tenías, dribla mejor que tú. Tenéis habilidades de pase parecidas. Puede que tú fueses más rápido y más alto. El, posiblemente, salte más».

Las comparaciones y las especulaciones sobre su futuro serán constantes pese a que Bronny no ha terminado de crecer y hay lista ya de sus universidades favoritas —se habla de Kentucky, Duke, Kansas, Carolina del Norte y UCLA—.

Al contrario que su padre, él juega de base, y la ESPN le catalogó como el 24.º mejor jugador del país de su generación. La prensa americana publica sobre él artículos que son auténticos informes de scouting sobre su virtudes en la pista.