La entrenadora del Chelsea femenino rechaza ocupar el banquillo del Wimbledon masculino y le parece «un insulto» que lo consideren una mejora

EFE

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FRANCK FIFE | AFP

Emma Hayes no ha perdido un solo encuentro liguero en dos años y ha levantado los dos últimos títulos

04 feb 2021 . Actualizado a las 09:34 h.

«Un insulto». Así definía Emma Hayes, entrenadora del Chelsea femenino, que relacionasen el cambiar su puesto de entrenadora en la Premier League femenina por pasar a un Tercera división masculina, como el Wimbledon, como un paso adelante en su carrera.

No por faltar el respeto al humilde club de Londres, sino por el sentimiento en las entrañas del fútbol de que cambiar a un equipo en el que ha ganado tres Premier League, dos FA Cup y una Copa de la Liga por uno del supuestamente superior fútbol masculino sería una mejora de su reputación como entrenadora.

«Es un insulto que hablemos del fútbol femenino como si fuera un paso atrás, con la dedicación y el compromiso que tiene. Es con eso con lo que estoy decepcionada, no con que me relacionen con un equipo de fútbol», dijo Hayes en rueda de prensa.

«Cuando el mundo del fútbol esté preparado para aceptar la diversidad, como las comunidades negras, asiáticas y las minorías étnicas, además de las mujeres, y todos tengan oportunidades, entonces lo veré como un paso adelante», agregó.

Y es que Hayes se ha convertido en una leyenda en el banquillo del Chelsea en los últimos ocho años y medio. Además de los títulos ya mencionados, el equipo de Stamford Bridge no ha perdido un solo encuentro liguero en dos años -un total de 33 encuentros invictos- y ha logrado imponerse en dos de las últimas tres ligas, compitiendo con las potentes inversiones de clubes rivales como el Tottenham Hotspur y el Manchester City.

Por eso cuando surgió el rumor de que Hayes podía ser la primera entrenadora en la historia en dirigir a un club masculino en las divisiones inglesas, cortó el rumor de raíz.

«¿Puede el Wimbledon permitirse ficharte?», preguntaron en rueda de prensa.

«Absolutamente no», respondió.

«Soy entrenadora del Chelsea. Me encargo de dirigir a jugadoras de clase mundial y para mí es un trabajo increíble. He pasado los últimos nueve años de mi vida poniendo toda mi energía en ello», añadió.

Su nombre incluso surgió entre los candidatos para sustituir a Maurizio Sarri en 2019 cuando el italiano abandonó el cargo en el Chelsea, pero el elegido terminó siendo un Frank Lampard que ha durado año y medio al frente de los 'Blues'.

«Fran Kirby, Pernille Harder, Beth England, Magda Eriksson, Millie Bright, Maren Mjelde... ¿Quieres que siga? Estas son jugadoras de clase mundial. El fútbol femenino no está por debajo de nada», finalizó la entrenadora que rechazó al fútbol masculino.