La gestión de Bartomeu en el Barçagate causó un perjuicio de 1,2 millones al club y a los socios

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Los Mossos d'Esquadra creen que el FC Barcelona habría simulado como gastos de La Masia para su reputación digital 192.000 euros del caso

03 mar 2021 . Actualizado a las 19:18 h.

Los Mossos d'Esquadra consideran que «el perjuicio» causado al Fútbol Club Barcelona por sus exdirectivos como «producto directo de extralimitarse en sus facultades de administración» en el llamado «Barçagate» oscila entre un mínimo de 843.300 y un máximo de 1,2 millones de euros. Así lo sostiene la policía catalana en un informe, al que ha tenido acceso, incluido en el sumario del caso, por el que ayer fueron detenidos el expresidente del FC Barcelona Josep María Bartomeu y su mano derecha, Jaume Masferrer, además del director general del club, Óscar Grau, y el jefe de los servicios jurídicos, Román Gómez-Ponti.

Según los Mossos, en la investigación llevada a cabo «se ha podido vincular a empresas contratadas por el FC Barcelona con la creación y alimentación de diferentes perfiles en redes sociales que difamaban a personas críticas con la junta directiva encabezada por Bartomeu», por lo que se habría pagado un «sobreprecio». «El perjuicio causado al Fútbol Club Barcelona y al conjunto de su masa social, producto directo de extralimitarse en sus facultades de administración, se puede cuantificar hasta el momento, y en base a los baremos estimados por PWC, en una cantidad de mínimo 843.300 y un máximo de 1,2 millones».

No obstante, añaden los Mossos, el conjunto total de dinero abonado en el transcurso de las tres temporadas al grupo Nicestream «por un servicio de monitorización y en paralelo por un uso presuntamente particular en redes sociales asciende a 2,3 millones». El importe total comprometido en contrato, añade la policía catalana en su atestado, «supera los 3 millones de euros», una parte del cual está pendiente de pago ya que el club, a raíz de la publicación del caso por la prensa, dio por resuelto unilateralmente el contrato a media temporada.

Para los Mossos d'Esquadra, existe «un último perjuicio» para el Barça que «proviene directamente de la gestión desleal y sus efectos». Se trata, añade el atestado, de la querella criminal por injurias y calumnias que el pasado mes de febrero presentó el dueño de la productora Mediapro, Jaume Roures, contra el FC Barcelona. Dicha querella, según la policía catalana, se encuentra en fase inicial pero en un futuro «podría comportar nuevamente el pago de una indemnización por parte del FCB Barcelona por unos hechos que son consecuencia directa de la contratación de servicios que conforman» el caso.

Para la policía catalana, los hechos investigados «pueden tener cabida en la llamada corrupción en los negocios, en función de las diferentes contraprestaciones o posible beneficio de cualquier tipo que hubieran podido percibir los directivos, administradores, trabajadores o colaboradores» del Barça «a cambio de adjudicar ese contrato al margen de los procedimientos establecidos». Pro ese motivo, los Mossos deducen que «se habría utilizado dinero del club con finalidades presuntamente particulares (en beneficio personal), en clave particular, con contenidos difamatorios sobre personas contrarias a la dirección del club y en perjuicio del patrimonio de la propia entidad».

Se simularon como gastos de La Masia 192.000 euros del Barçagate 

Los Mossos d'Esquadra creen que el FC Barcelona habría simulado como gastos de La Masia para su reputación digital 192.000 euros del Barçagate fraccionados en 16.500 euros mensuales, que se ingresaron en la empresa Tantrasoft, perteneciente al conglomerado dirigido por Carlos Ibáñez del cual también forma parte I3 Ventures.

Así lo dice el atestado policial al que ha tenido acceso EFE, incluido en el sumario de la investigación del juzgado de instrucción 13 de Barcelona, el cual también explica que el director de La Masia, Xavier Martín, declaró en la instrucción que pidió explicaciones en febrero del 2020 a Óscar Grau, el director general del Barça.

Este le dijo que él no sabía nada y que debía hablar con el presidente Josep Maria Bartomeu y su mano derecha, Jaume Masferrer. Bartomeu no supo darle explicaciones a Martín sobre el motivo de estos gastos que «no aparecían en el presupuesto» y le emplazó a hablar con Masferrer y con Mario Ruiz, jefe de prensa del fútbol base y formativo, según el atestado.