¿Por qué ya no divierte tanto el fútbol español?

David Cofán Mazás
David Cofán REDACCIÓN / LA VOZ

DEPORTES

GONZALO FUENTES

Los datos muestran un descenso del número de remates, regates y goles, por debajo de las tres grandes ligas europeas

15 mar 2021 . Actualizado a las 21:10 h.

Que el fútbol español no está pasando por su mejor momento es evidente a tenor de los resultados obtenidos últimamente en las competiciones europeas. Salvo honrosas excepciones, las tardes de gloria han cesado, dejando paso a un período zozobra motivado por diversos factores, como la pérdida de competitividad económica para retener o traer estrellas. Aficionados y analistas coinciden en que los partidos cada vez son más tediosos y los jugadores están encorsetados por los sistemas, propiciando un ritmo lento y una caída en el número de remates, goles y regates. Las estadísticas refuerzan este pensamiento, ya que si observamos con detenimiento los datos recogidos en torno a estas acciones ofensivas desde la temporada 17-18 hasta la jornada 26 de esta campaña, se aprecia con claridad un acusado descenso de los principales ingredientes para ofrecer un buen espectáculo.

Víctor Basadre, entrenador lucense actualmente en el Suduva lituano, destaca que la falta de público es un factor a señalar: «Los jugadores practican un fútbol que dista bastante del que harían con público. La presión de los aficionados hace que las acciones tengan otra intensidad y vistosidad».

Coincide Basadre con Xulio Díaz, exentrenador y profesor de la Escola Galega de Adestradores, en otro aspecto, la fuga de talento: «O piar do fútbol son os futbolistas, e ante a falta de diñeiro para fichar estrelas, estas vanse cara outras ligas», afirma Díaz.

 

GOLES

Casi un 8 % menos que hace tres temporadas

Desde la temporada 17-18 los goles han caído en picado en la Liga. En aquel entonces se anotaron 1.024 tantos, a una media de 2,69 por partido, muy por encima de los 2,48 que llevamos a estas alturas, que aunque mejoran ligeramente los datos del ejercicio anterior, demuestran una preocupante cuesta abajo. Un ejemplo de esta dinámica lo encontramos en los datos del pichichi en las últimas campañas. En la anterior década el peor registro de un máximo goleador fue el de Cristiano Ronaldo en la 13-14, cuando anotó 31 goles, seis por encima de los 25 de Messi el año pasado, que fue la cifra más baja desde la 06-07, con Van Nistelrooy como protagonista.

OCASIONES

Una caída del 13 %

Para marcar goles hay que rematar, a poder ser a portería. Lo normal es que si se reduce el número de goles también lo hagan las ocasiones, y así ha sido. Los remates totales -entre los tres palos o no- cayeron de 23 por partido en la 17-18 a los 16,3 actuales. Caso similar en los remates a puerta, que pasaron de casi nueve por partido hace tres años a 7,34 en la 20-21.

REGATES

Menos atrevimiento

No solo de goles vive el fútbol. Hay otra acción que levanta a los espectadores de sus asientos, los regates. Algunos, como el de Djalminha a Karanka, o el de Caminero a Nadal, grabados en la retina con más fuerza que algunos goles. Sin regates ni regateadores, el fútbol es más predecible, dejando poco lugar a la imaginación. Los intentos de regate han pasado de 34,56 por partido en el 2018 a 29,66 hasta la jornada 26, un descenso de un 14,18 y un 6 %, respectivamente, si se toma la liga 19-20.

COMPARATIVA EUROPEA

Los peores registros de las cuatro grandes ligas

Sin Cristiano desde hace tres temporadas y con Messi a la fuga, el eslogan «la mejor liga del mundo» parece estar caduco. Si confrontamos los números anteriores con los de la Premier, Serie A y Bundesliga, la Liga queda por debajo en todos, con cierta holgura.

La liga alemana es la más prolífica, con 3,01 goles por partido, muy cerca de la italiana, con 3 tantos por encuentro. Los remates siguen un mismo patrón, siendo la Bundesliga la competición donde hay más ocasiones. Destaca el florecimiento del calcio: lejos de los prejuicios del catenaccio, sus estadísticas ofensivas rivalizan con el siempre alocado fútbol germano, liderando por ejemplo la tabla de regates intentados, con casi 32 por partido.