Del rosa al negro en el Staples tras la lesión de LeBron James

L. B. T.

DEPORTES

Robert Hanashiro | REUTERS

Lo que apuntaba a ser una temporada plácida para los Lakers se ha complicado tras perder a la estrella indefinidamente

23 mar 2021 . Actualizado a las 08:56 h.

Apuntaba a ser una temporada plácida en el Staples cuando se realizó el primer salto del curso en la NBA. Los Angeles Lakers eran el equipo a batir y los grandes favoritos. No solo por ser los vigentes campeones. También porque se habían reforzado bien para asaltar un nuevo campeonato con más holgura si cabe que el anterior, y porque no se avistaban en el horizonte grandes rivales. Había terreno para que LeBron James, Davis y compañía montasen una dinastía que dominase la NBA mientras al 23 le quedase cuerda.

Pero las cosas han cambiado. Tanto de puertas adentro como en la Liga. Su cartel de favoritos podría mantenerse intacto pese a la amenaza que se cierne desde el Este, con los Nets montando un megaproyecto tras el fichaje de James Harden que ha puesto patas arriba las casas de apuestas. En cualquier caso, los movimientos de terceros podrían ser algo esperable y también imposible de controlar. No tanto la plaga de lesiones y bajas que tiene ahora mismo a la franquicia contra las cuerdas. Primero cayó Anthony Davis y, contra Atlanta, LeBron James se lesionó. De manera indefinida dicen desde la entidad. A sus 36 años, el de Akron sufre un esguince de tobillo sin todavía plazos para su regreso.

Los Lakers han disputado quince partidos desde que se lesionó Anthony Davis. Y han perdido ocho. Poco a poco pierden puestos en las clasificaciones. Y lo que les queda, porque la baja de James, sumado a las complicaciones que han surgido en la dolencia de Davis, convertirán a los Lakers en un equipo mediocre en el corto plazo. Marc Gasol, también está fuera de juego por un contacto estrello con un positivo por covid.

Esta madrugada, el equipo de Frank Vogel se enfrenta a los Phoenix Suns, actuales líderes de la Conferencia Oeste. Todo lo que no sea una derrota de los angelinos sería una sorpresa. Los aficionados cruzan los dedos para que esta mala racha se quede en una anécdota en poco tiempo. Porque por todos los costados los proyectos rivales se consolidan amenazando seriamente el dominio californiano.