España - equipo de la federación de fútbol de Kosovo, un partido en minúsculas

DEPORTES

Julio Munoz | EFE

01 abr 2021 . Actualizado a las 14:35 h.

Preguntada por Kosovo, vino a decir la ministra de Exteriores que las cosas del fútbol son las cosas del fútbol y que no le fuesen con historias en rueda de prensa. «Las reglas del fútbol las fija la FIFA, y por lo tanto para España, un país que ama el fútbol y adora el buen fútbol, bienvenido sea un buen partido», fue la literalidad de Arancha González Laya. Al final, la abreviatura del «equipo de la federación de fútbol de Kosovo» —nombre por el que Juan Carlos Rivero tuvo que referirse al rival de España por movidas diplomáticas— apareció en minúsculas en el marcador. La jugada, como era obvio, dio más que hablar que si hubiese ido en mayúsculas.

El partido también fue bastante minúsculo. En línea con los anteriores de la selección aunque al menos hubo más goles que en el primero —donde hubo un total de cero— y no se rozó la tragedia como en el segundo. Cabe destacar que por muy poco nombre que tenga, Kosovo no es San Marino. Se pudo intuir en detalles técnicos que desprendían Zeneli o Kastratis y lo dejó claro Halimi con un golazo, por muy a portería vacía que fuese. Acertar desde 50 metros no es fácil. Seas de Kosovo o de Fuentealbilla.

El fútbol de élite es cada vez más igualado y a día de hoy toca sufrir contra Kosovo, contra Georgia o contra quien sea. Que se lo digan a Alemania. El fútbol es un juego de once contra once en el que a veces gana Macedonia del Norte.

Dicho esto, es obvio también que hace mucho tiempo que la selección no estaba tan falta de referentes indiscutibles. Están Busquets, Alba o Sergio Ramos. Gerard Moreno es un máquina, Dani Olmo o Bryan Gil pintan bien y a Fabián da gusto verlo. Pero a día de hoy da gusto verlos como daba gusto ver a De Pedro, Mendieta o Alfonso antes de caer en cuartos. Queda tiempo, pero el legado de Xavi y compañía pesa demasiado.