Imanol Alguacil, como un aficionado, tras ganar la Copa: se puso la camiseta y gritó el himno de la Real
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El técnico donostiarra, visiblemente emocionado, se acordó de un tío fallecido unos días antes por covid y del poco tiempo que ha podido disfrutar de su familia
05 abr 2021 . Actualizado a las 09:22 h.Con una inédita escena, terminaba Imanol Alguacil, el técnico de la Real Sociedad, su comparecencia ante los medios de comunicación tras proclamarse campeón de Copa del Rey en la final celebrada en La Cartuja, en la que venció por 0-1 al Athletic de Bilbao. Tras contestar a las preguntas sobre el desarrollo del encuentro, y expresar la felicidad que le embargaba, el técnico no dudó en ponerse una camiseta de la Real Sociedad, agarrar una bufanda, y cantar a voz en grito el himno del equipo txuri-urdin ante los allí presentes.
«Me he acordado de los médicos y enfermeros que están trabajando en primera línea, dedicarles esta Copa», dijo en su primera respuesta Imanol, tras la final en el Estadio de La Cartuja. «Como entrenador, un orgullo enorme, muchas sensaciones, esta semana ha muerto un tío mío por covid, los mensajes de Gipuzkoa, los mensajes de mi familia, son tantas cosas, tantos sentimientos, muy contento, de ser entrenador de la Real y hacer historia», añadió.
Alguacil apuntó que su equipo fue merecedor de la victoria, que llegó con un tanto de penalti de Oyarzabal. «Estaba muy tranquilo, Mikel Oyarzabal aparece en las grandes ocasiones, como casi todo el partido. Veía bien a los jugadores, hemos hecho un gran partido y hemos sido justos merecedores de ganar la Copa», apuntó.
«Casi toda Guipúzcoa ha llorado cuando el árbitro ha pitado el final. Sabemos que el Athletic es un equipo que aprieta hasta el final. Tengo que dar las gracias por la plantilla que tengo, yo he ayudado un poco pero ellos son los artífices. La clave, la personalidad que hemos mostrado. Con casi la mitad de esta plantilla estaba yo hace cinco años peleando en Segunda B», añadió.
«En seis meses he dado cuatro paseos con mi mujer»
El técnico de la Real confesó que el «motor» del equipo fue la afición, aunque no estuviese en las gradas, y dedicó el título a su familia. «Nuestro motor aunque no hayan estado. A mi mujer y mis dos hijos. En seis meses he dado cuatro paseos con mi mujer, voy a casa y estoy con la mascarilla, intento no cenar con ellos», confesó.
«Esto exige mucho, es lo más difícil, entrenar al club que sientes, pero cuando ganas no hay nada más grande. Dijimos que queríamos hacer algo grande y seguramente lo hemos conseguido antes de lo pensado», añadió, sobre el futuro del club.