Otro derbi para el Oviedo

Juan M. Arribas

DEPORTES

El delantero del Sporting Uros Djurdjevic lucha por el balón con los jugadores del Real Oviedo, Arribas y Edgar
El delantero del Sporting Uros Djurdjevic lucha por el balón con los jugadores del Real Oviedo, Arribas y Edgar Eloy Alonso | EFE

El club azul vuelve a marcar su primacía con un gol de Johanesson (0-1). El Oviedo, con oficio y comodidad, sacó adelante el encuentro ante un Sporting sin ideas y deprimido

17 abr 2021 . Actualizado a las 20:39 h.

Un Real Oviedo mucho más consistente que el Sporting volvió a reinar en el derbi. En un partido cómodo y con mucho oficio, en el que los rojiblancos apenas tuvieron ocasiones de gol, el equipo carbayón se llevó tres puntos muy  necesarios. Un magnífico Borja Sánchez, la maestría de espaldas a la portería de Blanco Leschuk y la sorprendente aparición de Johanesson en el gol del triunfo fueron suficientes para la victoria. Enfrente, un Sporting deprimido, sin ideas, con más posesión pero sin mordiente. Un derbi con emoción pero con fútbol a cuentagotas, que saca a la luz el carácter del Oviedo y su primacía en los derbis y un Sporting que se fue diluyendo hacia la nada final.

El encuentro empezó con los dos equipos activados, sin la apatía de los últimos derbis. En la espectacular alfombra de El Molinón, los rojiblancos daban la impresión de que no se iban a dejar avasallar como en anteriores ocasiones y que tomaban la iniciativa: jugaban en casa y con una situación en la tabla clasificatoria holgada respecto a los azules. Una oportunidad entre Djuka y Aitor presagiaba peligro, pero a los cinco minutos, el guion rescató a un secundario olvidado y lo convirtió en protagonista. Un pase templado al área acabó en la bota de un Johanesson que estaba donde pisan los delanteros centros. Así se las gasta el fútbol, que siempre garantiza sorpresas. A partir de ahí y con un partido recién nacido, el derbi cambió de cara.

Porque el Oviedo se acomodó y el Sporting se incomodó. A los azules les servía defender reposadamente, con orden, con solvencia sin el balón. Prescindió del centro del campo y le bastó con replegar las líneas y lanzar balones adelantados a Blanco Leschuk, imperial en el juego de espaldas durante toda la primera parte. Con esa simplicidad, sin complicaciones, el Oviedo comandó el partido sin estridencias. En el minuto 19, en un contraataque de manual Nahuel se plantó solo ante Mariño pero no supo embocar. Y en el 36, Borja Sánchez tuvo un remate que el portero rojiblanco supo atajar.

En la otra ribera de El Molinón, el Sporting intentaba crear con el omnipresente Manu García,  el único que aportaba calidad e ideas. Pero chocaban con la realidad: una circulación lenta, monótona, previsible. Aun así, el partido estaba abierto, a la espera. Los asturianos Borja Sánchez y Manu García, los dos mejores jugadores sobre el campo,  marcaban la manija de sus equipos y con resultado dispar. El Sporting tenía el balón, el dominio y la posesión, pero el Oviedo daba la sensación de mandar el partido porque jugaba con el reloj, sin la presión y con la comodidad del gol a favor.

En la segunda parte, el encuentro no cambió de tono. Un Oviedo bien asentado en el campo, esperando al rival y dejando la impresión de que podría crear mucho peligro en una contra. Y un Sporting que no sabía donde hincar el colmillo, que no era capaz de hallar huecos en la defensa azul, que actuó con oficio y carácter. Los dos centrales cuajaron un buen partido porque los rojiblancos se empeñaron en bombear balones templados, sin peligro, sin velocidad. ¿Se puede ganar un derbi si no disparas a portería? El Sporting pensó que era posible, y hasta la media hora de la segunda parte no registró ni un intento pese a ir por detrás en el marcador. Solo un fogonazo abortado por Arribas y un cabezazo de Valiente pareció a dar alas a los rojiblancos. Fue un espejismo. El arreón final tampoco sirvió para nada. 

El Oviedo vuelve a respirar: si hubiese perdido se asomaba al abismo. El Sporting afronta su peor racha de la temporada en un momento decisivo. Luis Aragonés siempre decía que los diez últimos partidos de la temporada eran vitales, el espacio donde se definía todo. Afortunadamente, el colchón es todavía holgado, pero las sensaciones ya no son las mismas. Habrá que resetear.

Ficha del partido

Real Sporting de Gijón: Diego Mariño; Bogdan (Guille min.70), Babin, Valiente, Saúl García; Aitor García (Nacho Méndez min.82), Javi Fuego (Gragera min.70), Pedro Díaz, Manu García, Campuzano (Pablo Pérez min.43) y Djuka.

Real Oviedo: Femenías; Diegui, Grippo, Arribas, Lucas Ahijado; Tejera, Edgar, Sangalli, Borja Sánchez (Bolaño min.84), Nahuel (Borja Valle min.73) y Leschuk (Obeng min.73).

Goles: 0-1 Diegui (min.6) 

Tarjetas: En los locales, (Babin min.79) . En los visitantes, Arribas (min.8) y Lucas (min.52) .