El VAR no puede intervenir en un error de cronometraje como el de De Burgos

DEPORTES

Jose Manuel Vidal.

La falta de reacción del colegiado, tras ser advertido por su equipo, ocasionó una escena inédita en el final del Sevilla-Granada

27 abr 2021 . Actualizado a las 08:39 h.

No es habitual, pero tampoco una incidencia que no hubiera sucedido antes. Del Cerro Grande, en Primera, o Ais Reig, en Segunda, se vieron en percances semejantes: un error de cronometraje que lleva al árbitro principal a terminar un partido antes de lo que él mismo había decretado. En estos precedentes, la anécdota no pasó a mayores por la celeridad en la que los colegiados reaccionaron tras ser advertidos por sus asistentes. Bote neutral, y al lío. De Burgos Bengoetxea se tomó un tiempo excesivo en el Sevilla-Granada para asumir su error. Tanto, que los futbolistas del Sevilla habían abandonado ya el terreno de juego. El trencilla señaló el final en el minuto 93, tras haber concedido cuatro de alargue. La televisión recogió como el colegiado negaba con la cabeza mientras era apercibido por sus auxiliares por el pinganillo, instantes después de haber dado el choque por terminado.

«Tras ser advertido del error por mi equipo arbitral, solicité al equipo local que regresara al terreno de juego para así jugar el minuto que faltaba por disputarse», asumió De Burgos en el acta del encuentro. Los futbolistas del Sevilla no salían de su asombro. «Y si queréis repetimos el partido», se quejó después Jules Kounde en las redes sociales.

Es, precisamente, el equipo arbitral, que completaban en este caso los asistentes Jon Pérez y Roberto Díaz, junto a Antonio Sánchez Sánchez como cuarto colegiado, el que tiene las atribuciones para advertir al trencilla principal de un error de este tipo. Los fallos en el cronometraje de los partidos no están entre los supuestos sobre los que la sala VOR tiene capacidad de intervenir. Es decir, con el reglamento en la mano, Mateu Lahoz, el colegiado que estaba al mando del videoarbitraje en el Sánchez Pizjuán, no tenía entre sus facultades corregir a De Burgos en este aspecto.

El papel del cuarto árbitro

Aunque los trencillas señalan muchas veces su reloj durante los partidos, cuando con el juego detenido o pérdidas de tiempo reciben las protestas de los contendientes, lo habitual es que el colegiado principal no detenga el cronómetro en ningún momento del juego y este funcione a tiempo corrido. Tanto sus asistentes como el cuarto árbitro llevan también cuenta del minutaje.

Aunque algunas incidencias, como los cambios, tienen regladas el tiempo suplementario que deben originar, otras, como las atenciones médicas o la revisión del VAR, no siempre pueden pautarse. Es habitual que el cuarto árbitro tome nota del tiempo que está detenido el juego en este tipo de incidencias y lo comunique al trencilla principal para que este decida el tiempo que añade. El equipo arbitral es decisivo, ya que el cronómetro del trencilla principal puede trastocarse durante algún lance y el reglamento estipula que el partido no puede durar menos de lo decretado. Como le sucedió a De Burgos en el Pizjuán.