La afición del Atlético de Madrid viajará en masa a Valladolid pese a la pandemia

L. B. Tomé

DEPORTES

SERGIO PEREZ | REUTERS

El fin del estado de alarma permitirá a centenares de seguidores colchoneros viajar a la ciudad tras el llamamiento a la movilización del Frente Atlético

21 may 2021 . Actualizado a las 08:48 h.

Peligroso cóctel el que este fin de semana se va a mezclar a la ribera del Pisuerga. El duelo entre Valladolid y Atlético de Madrid con el que ambos equipos cierran este sábado la Liga se adivina tumultuoso por lo que pueda suceder; tanto dentro como fuera del campo. Sobre el césped, el Atlético podría proclamarse campeón de Liga y el Valladolid confirmar su descenso. Aunque también podrían los pucelanos salvarse y dejar a los colchoneros sin título. O, de Zorrilla, incluso podrían los madrileños salir campeones y el Valladolid salvado.

Fuera del césped, las posibilidades se complican y las consecuencias dramáticas podrían trascender de lo deportivo a lo sanitario. Pese a que las cifras de contagiados por covid está en remisión, el virus todavía es una amenaza. El Frente Atlético, el sector ultra de la afición del club, anunció en sus redes sociales una «invasión» de aficionados a la capital castellana para mañana.

Cualquier seguidor del equipo que quiera acompañarlos está llamado a unirse al mediodía a esta expedición, hora en la que el grupo pretende tomar la plaza Mayor vallisoletana con sus enseñas y colores. El Frente Atlético pide llevar mascarilla y respetar la distancia de seguridad. Recomiendan también «pausas para la hidratación». No obstante, en las imágenes de concentraciones que se han podido ver en las inmediaciones del Metropolitano en los últimos partidos, el respeto a estas normas —la mascarilla y la distancia de seguridad— queda en entredicho. Como poco.

Más de mil desplazados

Las autoridades locales estiman que podría haber entre 300 y 350 personas que viajen de Madrid a Valladolid en tren. Se calcula también que se desplazarán entre tres y seis autobuses llenos de aficionados. Cuentas que no incluyen a los particulares que podrían sumarse en sus vehículos. Emilio Álvarez, subdelegado del Gobierno en la provincia, manejaba este jueves una cifra de unos 1.500 aficionados como referencia para dimensionar el dispositivo de seguridad, pero no descartó que pudiesen ser más .

Las autoridades del Gobierno en la comunidad han trabajado en coordinación con el Real Valladolid y el Atlético de Madrid, además de con la policía local, para preparar una respuesta adecuada. El partido fue este jueves declarado de alto riesgo. La expedición colchonera será escoltada por las fuerzas del orden, habrá vallas que separen a ambas parroquias y se vigilará para evitar aglomeraciones que puedan facilitar la propagación del virus. Finalmente, no se perimetrará el estadio como se había especulado. Cabe recordar que el partido se disputará a puerta cerrada, pero es de esperar que la afición colchonera acabe desplazándose hasta el municipal pucelano.

El despliegue contrasta con las sorprendentes declaraciones que la consejera de Sanidad de Castilla y León, Verónica Casado, realizó el miércoles. En una rueda de prensa, preguntada por las convocatorias de concentraciones de seguidores colchoneros, Casado dijo que no tenía conocimiento de esta circunstancia.

Óscar Puente, alcalde de la localidad, hizo un llamamiento a la «mesura y la cordura». Y advirtió que las fuerzas del orden actuarán si es necesario.

Ambiente tenso

Más allá del riesgo sanitario, el ambiente está caldeado en Valladolid. Los aficionados pucelanos se ven ya en Segunda División —necesitan una triple carambola de resultados para mantenerse— y cargan contra los propietarios del club. La federación de peñas del Real Valladolid trasladó este jueves su «malestar» por la gestión del presidente, el brasileño Ronaldo Nazário, a quien han pedido una reunión para conocer sus intenciones con el equipo a corto plazo y, como medida de protesta, han retirado sus pancartas del estadio. En Zorilla se citará una afición cabreada frente con otra invadida por la euforia.