La Academia Asturiana de la Espada explica en qué consiste esta práctica, basada en el conocimiento y recreada en el presente
28 may 2021 . Actualizado a las 05:00 h.La esgrima histórica es aquella que se practicaba antes de la actual, la deportiva. Se basa en traer a la actualidad la esgrima que se practicaba en otros siglos, basándose en tratados. «Buscamos entre diferentes autores y tratados, investigamos lo que se hacía en otras épocas, las armas y tratamos de reproducirlo lo más fielmente posible», explica Rubén Rodríguez, presidente de la Asociación Asociación Éstula, la única asociación cultural con sección deportiva federada en la Federación de Esgrima del Principado de Asturias (FEPA). Hablamos de finales del siglo XIII hasta la fecha. «A medida que te vas aproximando encuentras más tratados en los que apoyarte», asegura Rodríguez.
Esta disciplina, según relata, es tratada más como un arte marcial que como un deporte: «A pesar de que también hay torneos, se trabaja más desde el conocimiento». Dependiendo de la época, y por consiguiente el tratado en cuestión, las espadas son diferentes e incluso las técnicas con las mismas también varían. «Si intentas usar una espada ropera como si fuese una espada larga el resultado no será el adecuado», explica Rodríguez, ya que cuestiones como el peso de la espada, su ergonomía o el material de fabricación se antojan fundamentales dentro de la esgrima histórica. «Para entendernos, sería como atornillar algo con un martillo. Lo puedes acabar haciendo, pero no es lo adecuado. Esto es lo mismo».
Otraa de las modalidades que abarcan desde ACADE son la esgrima escénica y el combate de recreación. «No buscas lo mismo que en la esgrima histórica. Es más una coreografía ya pactada, buscando el contar una historia a través de ese combate», explica Eliana Campos, vicepresidenta de la Federación de Esgrima del Principado de Asturias. En este sentido, desde ACADE han preparado coreografías para algún restaurante o algún evento de recreación histórica.
La Academia Asturias de la Espada comenzó su andadura en 2015. Situada en Llanera, varias personas acuden a sus servicios para realizar entrenamientos y compartir pasiones. Todos ellos pagan una mensualidad de 20 euros para el material de préstamo como caretas específicas, chaquetillas acolchadas con resistencia, varios protectores y, por supuesto, el arma, en este caso «espadas negras que son reproducciones exactas de las que se utilizarían en la época, pero sin filo ni punta», explican, por seguridad. Estas armas, señalan, a día de hoy son fáciles de encontrar por internet, así como por encargo a algún armero.