España ensambla una identidad

DEPORTES

Rodrigo Jiménez

El combinado de Luis Enrique apunta al futuro con optimismo, con una idea de fútbol que cala entre los aficionados pese a dejar alguna duda en las dos áreas

08 jul 2021 . Actualizado a las 09:45 h.

España empezó la Eurocopa envuelta en dudas y se despidió en semifinales, en los penaltis ante Italia, cosechando elogios por su juego. El campeonato ha sido como un máster para un equipo en transición, muy rejuvenecido. Le ha valido para afianzar el molde, una propuesta atrevida y valiente. Pero le faltan ajustes y le falta gol. A fin de cuentas, el fútbol es lo que pasa en las áreas. Y al conjunto de Luis Enrique, que ha concedido muy pocas ocasiones, le han hecho daño con demasiada facilidad y ha malgastado buena parte de las oportunidades que ha conseguido crear.

edad

Jóvenes con peso específico

En el once inicial de la semifinal Luis Enrique alineó a seis jugadores de menos de 25 años: Unai Simón (24), Eric García (20), Pedri (18), Ferrán Torres (21), Dani Olmo (23) y Oyarzábal (24). Todos habían sumado ya minutos en la selección. En el caso de Unai Simón, Pedri, Dani Olmo y Ferrán Torres casi se puede decir que forman parte de la guardia pretoriana del técnico, o están muy cerca de esa condición. Solo había tres futbolistas con más de 30 años: Azpilicueta (31), Jordi Alba (32) y Busquets (32), este último quizás el más insustituible del equipo. En la franja intermedia se quedaron Koke (29) y Laporte (27). Es un grupo al que le queda mucho recorrido.

ideario

Compromiso y riesgo

Luis Enrique tiene muy claro cómo quiere que juegue el equipo y los jugadores saben interpretar esa partitura que exige riesgo y compromiso. Todos colaboran en el despliegue y en el repliegue. El equipo cree en lo que hace y supo sobreponerse a momentos muy complicados sin descomponerse.

vestuario

Un grupo bien avenido

Ver cómo vivían los suplentes los partidos desde la grada es el mejor indicador de que el seleccionador ha conseguido armar un plantel en el que todos reman en la misma dirección. Y no es fácil, porque futbolistas que en un partido eran titulares al siguiente se quedaban fuera del once. Solo los porteros De Gea y Roberto Sánchez, y el central Diego Llorente, acabaron sin minutos. El grupo arropó a Morata en los momentos más complicados. Y a Unai Simón tras su grave error contra Croacia. El abrazo de De Gea al arquero vasco tras la tanda de penaltis de la eliminatoria con Suiza es otro ejemplo de buena química. Todos quieren estar en ese colectivo.

DEBATE

Un equipo respaldado

Hay maneras de ganar y de perder. España arrancó envuelta en debates, en dudas y en críticas. Pero ha conseguido un intangible de valor incalculable: la identificación con el equipo por parte de la afición. Cayó en semifinales, se perciben debilidades en el sistema, pero quien más quien menos valora el tipo de fútbol que interpreta la selección. Y más todavía la fe del plantel en ese modelo.

Viene la Liga de las Naciones y un camino de minas hacia el Mundial de Catar

La Eurocopa ya es historia y no habrá mucha tregua para la selección en un calendario saturado. El 2 de septiembre visita a Suecia en un partido que todavía no es decisivo pero sí llega envuelto en la máxima importancia para luchar por la primera plaza del grupo, la que garantiza una plaza en el Mundial de Catar. Los segundos tendrán que superar dos eliminatorias, de ida y vuelta, para visar su pasaporte.

En octubre, del 6 al 10, se disputará la fase final de la Liga de las Naciones en Turín y Milán. Lucharán por el título España, Bélgica, Francia e Italia.

España no empezó bien la fase de clasificación para Catar, con un sufrido empate en casa frente a Grecia, una apurada victoria en Georgia y un triunfo gris ante Kosovo. Como en la Eurocopa, le está faltando contundencia en las dos áreas. Y en el grupo también está Suecia. Todavía debe sortear un camino de minas.