Inglaterra desata su frustración

DEPORTES

Tras la derrota ante Italia, exaltados británicos agredieron a la afición rival y acosaron por Internet a sus propios jugadores con insultos racistas

13 jul 2021 . Actualizado a las 09:18 h.

Antes de la final de la Eurocopa, el Centro Nacional contra la Violencia Doméstica británico lanzaba una poderosa campaña. «Si a Inglaterra la dan una paliza, a ella también», advertía el eslogan, recordando que los episodios de agresiones machistas se disparan en el país en un 26 % cuando juega la selección y registran picos de hasta un 38 % cuando pierde el combinado nacional.

El fútbol es la excusa que utiliza parte de la población para sacar a pasear sus instintos más abominables. Durante la previa de la final, Londres era una fiesta, pero el alcohol y la euforia convirtieron los alrededores de Wembley en un vertedero en el que se produjeron destrozos del mobiliario público, avalanchas y peleas. Y eso que Inglaterra todavía no había perdido. Del respeto a las normas de seguridad frente al covid, mejor ni hablar.

Si en la antesala del éxito, los ingleses convirtieron el ambiente, que por pura lógica debería haber sido festivo, en tóxico, a nadie extrañó la reacción de parte de los aficionados tras la derrota. En los vomitorios de Wembley se produjeron peleas, cargas policiales y agresiones a ciudadanos italianos, señal de cómo un sector de la grada local, frustrado por no levantar ningún título desde 1966, es incapaz de gestionar el hecho de perder un partido de fútbol.

Afortunadamente, ningún futbolista de los Three Lions recibió una paliza de su pareja al llegar a su casa, pero también tuvieron que soportar la ira irracional de su afición.

Marcus Rashford (de 23 años), Jadon Sancho (de 21) y Bukayo Saka (de 19) fueron los tres futbolistas que fallaron su penalti en la tanda. Los tres son negros y los tres tuvieron que aguantar los insultos racistas que se vertían sobre sus perfiles en las redes sociales. Insultos que condenaron desde la selección, el Gobierno y la Casa Real británica.

Southgate cumplió

«Nuestro objetivo es llegar a las semifinales de la Eurocopa 2020 y ser campeones del mundo en Catar 2022», afirmaba en el año 2013 Greg Dyke, mandamás por entonces de la Federación Inglesa.

Desde esa óptica, Southgate elevó el primer listón. Cuarto en el Mundial de Rusia 2018, ha llevado a su equipo al subcampeonato en el Europeo, hazaña nada desdeñable para un combinado que nunca había pisado la final del torneo continental.

Pero la mochila llena de casi seis décadas de frustraciones no dejó lugar a la reflexión entre los aficionados menos proclives a racionalizar los éxitos y, sobre todo, los fracasos.

En este 2021, solo un equipo de 24 ganaría el torneo. Únicamente los penaltis —a los que se les ha calificado hasta el hastío de lotería— impidieron el éxito de los ingleses. Doler siempre duele, pero no siempre es sinónimo de fracaso.

Grietas internas

Con la masa enfurecida disparando a discreción, era cuestión de tiempo que las balas cogiesen dirección al banquillo. Southgate —que falló el penalti ante Alemania que dejó a Inglaterra eliminada de la Eurocopa celebrada en las islas en 1996— entonó el mea culpa.

Durante sus primeras declaraciones como subcampeón ya era consciente de que estaba siendo criticado por elegir a jugadores tan jóvenes para patear los lanzamientos en los que a los más experimentados les tiemblan las piernas. «Yo elegí los lanzadores de penaltis en función de lo que habíamos visto en los entrenamientos. Ganamos juntos y por supuesto que perdemos juntos.

A la hora de asegurar Southgate que, independientemente de ganar o perder, lo hacían «juntos», se le abrió una grieta en el vestuario.

Roy Keane, exfutbolista del Manchester United, tuvo cierta responsabilidad. Las polémicas que desataba el irlandés en el centro del campo como jugador las traslada ahora al debate público. «Si eres Sterling o Grealish no puedes quedarte ahí parado y dejar que un chico joven como Saka vaya a lanzar por delante de ti. No puede dejar a un chico tímido de 19 años que vaya delante. Ellos tienen mucha más experiencia. Sterling ha ganado títulos. Tiene que levantarse y tirar», dijo Keane para Sky Sports.

No fue el único que apuntó a Grealish y el «jugador distinto» de la selección inglesa se sintió señalado. Y entró al trapo.

«Yo dije que quería tirar uno. El entrenador ha tomado muchas decisiones correctas durante el torneo y durante la final también. Pero no voy a tener a la gente diciendo que no quería chutar un penalti cuando dije que lo haría», escribió en sus redes sociales. Un mensaje que tal vez no se deba interpretar como una crítica a Southgate, pero parece aún más difícil entenderlo como un capote al seleccionador. El técnico tiene contrato en vigor con la federación hasta el año 2022.