Iago López Marra: «La plata del Mundial nos anima a pensar en lograr algo grande en Tokio»

DEPORTES

CARMELA QUEIJEIRO

El regatista gallego de 49er debuta el martes, después de sufrir un calor «horrible» en la isla de Enoshima

25 jul 2021 . Actualizado a las 10:51 h.

El sol aplasta en la isla de Enoshima, al sur de Tokio, donde Iago López Marra (Portosín, 1990) sufre un calor «horrible», que solo soporta gracias al trabajo previo para adaptarse a las condiciones extremas de Tokio a finales de julio. «Intentamos pasar el menor tiempo posible al sol», explica el regatista gallego, junto a Diego Botín vigentes subcampeones del Mundo de clase 49er. Con esa credencial aspira a todo en Japón, con la prudencia que le da el poso de su anterior experiencia olímpica en Río, donde fue noveno. Llegó a Tokio el pasado día 10, y hasta entonces no había navegado en los campos de regatas donde se disputan los Juegos. Pero nunca pone una excusa. «Estos días tuvimos vientos flojos o medios, pero para la competición, a partir del martes, se espera que haya más, por la posible llegada de una tormenta tropical o hasta un tifón».

—Ya no es el novato de la prueba de Río 2016.

—Aquellos Juegos nos pillaron algo novatos. Podíamos haberlo hecho bien, pero estaba más cogido con pinzas. Ahora somos una pareja más formada, con más experiencia. Probablemente tenemos más claro qué hacer en cada momento. Nos clasificamos para los Juegos en el Mundial del 2019 en Nueva Zelanda después de vernos casi fuera, y en el 2020 fuimos subcampeones del Mundo en Australia. Esa plata nos anima a pensar en lograr algo grande en los Juegos. Ahí fue cuando lo pensamos. Habíamos sido oro y bronce de Europa antes [en los años 2018 y 2019], pero en los Mundiales no terminábamos de rendir. Luego ya vino la pandemia y lo alteró todo. La cancelación de los Juegos me dio un bajón enorme. Pero, pasado el tiempo, ese año extra nos ha permitido mejorar.

—Este ciclo olímpico les entrenó otro gallego, Pepe Lis, que venía de trabajar con el 49erFX.

—Pepe, además de los aspectos técnicos, tácticos, estratégicos y de puesta a punto, en los que es un crac, se centró siempre en el sistema de trabajo. Creía que esa era la pata floja del equipo, no teníamos definido el rol de cada uno en el barco y en tierra. Pasas tanto tiempo juntos, la convivencia... Si haces cosas que ves bien pero le molestan al otro, el vaso se va llenando. En eso hicimos un paso muy grande.

—¿A qué se refiere?

—Como en cualquier trabajo, cada uno tiene una responsabilidad y unas tareas, y no debe meterse en las del otro.

—Una cosa buena es que son más versátiles y rinden en diferentes condiciones.

—Nos va mejor con viento, y Pepe dice que si, además, no hay ola, tenemos un plus más que el resto. En el orden de preferencias luego iría viento con ola, y luego condiciones suaves (ríe). Creo que somos mucho más competitivos que hace cinco años, pero, si hay que elegir, mejor con viento.

—El barco de Nueva Zelanda, con seis Mundiales, se encuentra a otro nivel.

—Sí, hay que ser realista. Son los más fuertes del mundo, pero también sabemos que se les puede ganar. En el Campeonato de Oceanía del 2020, cometieron un par de fallos el último día y les ganamos. Luego están los alemanes, daneses e ingleses, e incluso los austríacos.

—Los regatistas mantienen una relación muy estrecha. ¿Con Diego Botín ha habido días difíciles?

—Sí, alguno. ¿Por qué? A veces te frustras al luchar por algo que no sale y puede crear mal rollo. Es parte del trabajo evitarlo y superarlo. Pasamos muchísimas horas juntos, a veces más que con nuestras novias, y en el deporte hay momentos de tensión.

«Esta generación de gallegos olímpicos une trabajo, experiencia y madurez»

Iago López Marra fue una de las imágenes del desfile del equipo olímpico español en Río, fotografiándose junto al abanderado Rafa Nadal. Cree que un deportista sabe aislarse del ritual de los Juegos y la intensa atención de los medios durante los días de competición. «Hay pequeños detalles diferentes. Recuerdo en Río la presencia de un helicóptero, cosas diferentes a las que no estás acostumbrado. Pero debes gestionarlas».

—¿Ha hecho alguna promesa si consigue alcanzar una medalla olímpica?

—No. Quiero hacer un viaje de surf chulo a algún sitio especial, pero lo voy a hacer aunque no gane una medalla (ríe). Aquí en Tokio nos tendremos que ir muy pronto, en cuanto acabemos de competir, por la pandemia.

—Esta vez Galicia llega con seis deportistas que se han proclamado al menos subcampeones del mundo en alguno de los tres últimos años. Se trata de la mejor representación olímpica de siempre. ¿Le encuentra alguna explicación?

—No y sí. Como conozco a muchos de esos deportistas que han logrado esos éxitos, lo primero que veo en común es el trabajo que hay detrás de todos. Hace unos años, quizás había gente que trabajaba mucho, pero no tenía experiencia fuera ni madurez. En esta generación coinciden ahora mismo esos tres valores, por eso llegan los resultados y tenemos tantas expectativas.

Una tormenta tropical, no un tifón, azotará la bahía de Tokio

En la madrugada de este domingo estaba previsto que comenzase en la bahía de Enoshima la competición de vela en las clases RS:X masculino y femenino, laser standard y laser radial, con vientos medios durante el primer día de competición que irán en aumento por el paso de la tormenta tropical, sin que esta alcance el grado de tifón.

Durante la última semana se temió la presencia de hasta dos tifones en la región que afectasen a los Juegos de Tokio. A expensas de lo que los modelos meteorológicos vayan marcando día a día, las predicciones para la jornada de hoy eran de vientos del nordeste de intensidad media, entre diez y quince nudos.

De todos modos, se mantiene la amenaza de que una fuerte depresión tropical se convirtiera en tifón durante los primeros días de la semana y afecte a las pruebas de la isla de Enoshima. El seguimiento de los pronósticos por parte de Riccardo Ravagnan, meteorólogo de la RFEV, ha sido constante.

Condiciones de viento y mar

Ravagnan lleva días escudriñando los modelos disponibles para ofrecer a los regatistas un análisis fiable de las condiciones de viento y mar a las que tendrán que enfrentarse en el campo de regatas. Estos son dos importantes elementos de la ecuación a la hora de obtener resultados, ya que la vela es de los pocos deportes en los que las aptitudes y estado físico de los atletas han de combinarse con la resistencia del material utilizado para desarrollar la disciplina y los diferentes elementos meteorológicos dominantes en cada momento.

Finalmente, y aunque las condiciones serán duras, «la tormenta tropical no alcanzará la fuerza necesaria para ser considerada tifón, manteniéndose el pronóstico de viento entre 10 y 15 nudos para la primera jornada, y subiendo en intensidad durante los primeros días de la semana, pudiendo llegar el lunes hasta los 25-30 nudos», confirmó ayer Ravagnan. Estas condiciones marcarán hoy la entrada en escena de las primeras clases olímpicas de vela, con el canario Joel Rodríguez en laser standard, y la catalana Cristina Pujol en laser radial, y la andaluza Blanca Manchón y el canario Ángel Granda en RS:X. Con la bahía dividida en seis campos de regatas, las primeras pruebas tendrán como escenarios los de Enoshima y Kamakura, los más cercanos a la isla que actúa como subsede olímpica de vela.

Confianza en el trabajo

Muy cerca siempre de los deportistas, Santi López-Vázquez, director de preparación olímpica de la RFEV, comenta que el equipo está ilusionado, concentrado y con muchas ganas de empezar después de tanto tiempo preparándose para esta competición. «Estamos muy satisfechos de lo conseguido hasta ahora, esperando poder demostrar que se ha hecho un buen trabajo, cuyos resultados nos dan la confianza de poder hacerlo bien», afirmó convencido.

El inicio de la vela pone en marcha a dos entrenadores gallegos: el cangués Marcos Fernández y el coruñés Jano Toro, técnicos de los canarios Ángel Granda y Joel Rodríguez, respectivamente.