La natación australiana emerge con las herederas de Ian Thorpe

DEPORTES

ALEKSANDRA SZMIGIEL

McKeown se impone en los 100 espalda, Titmus se presenta como alternativa a Ledecky y el 4x100 libre pulverizó el récord del mundo

28 jul 2021 . Actualizado a las 18:06 h.

La de los 100 metros espalda era una de las finales más esperadas del circuito femenino, por la enorme igualdad que sobre el hectómetro venían presentando las tres principales aspirantes a colgarse el oro: la estadounidense Regan Smith, la canadiense Kylie Masse y la australiana Kaylee McKeown se habían batido en un memorable duelo durante la ronda preliminar, en el que batieron en poco más de seis minutos hasta en tres ocasiones un récord olímpico, que la norteamericana volvió a rebajar en semifinales.

Con Smith en la calle cuatro, McKeown en la tres y Masse, la vigente campeona del mundo, en la cinco, las vigilancias aumentaron. Explosionó la canadiense en los primeros 50 metros, hasta cobrarse una ligera ventaja de 29 centésimas, insuficiente para resistir el pulso definitivo. La natación australiana está de dulce y McKeown, a sus 20 años, tomó la senda de Titmus para quedarse el oro y establecer, con sus 57.47 segundos, el nuevo récord olímpico. La diferencia con Masse, de apenas 25 centésimas, prueba lo decisivo de cada movimiento. Smith, que cerró el reloj en 58.05, debió conformarse con el bronce.

Kaylee, que ya ocupara el podio en el último Mundial de Gwangju, irrumpe así por la puerta grande como otra de las jóvenes realidades de la prolífica natación oceánica, que ya marcara en los 4x100 libre —con las hermanas Campbell, Emma McKeon y Meg Harris— el primer récord mundial en estos Juegos con un tiempo de 3:29.69, que mejoró su propia marca del 2018. Más de tres segundos de ventaja obtuvieron sobre canadienses y estadounidenses. Emma Mckeon nadó esa mañana la posta más rápida de una mujer en la historia de los Juegos (51,31).

En memoria de su padre

Tras debutar en el Mundial de Budapest con solo 15 años, Kaylee vio meses después como su estabilidad familiar saltaba por los aires. A Shalton, su padre, le diagnosticaron un tumor cerebral. Prometió sobrevivir hasta la cita en Tokio para ver competir a Kaylee. El aplazamiento a causa de la pandemia se lo impidió. Shalton falleció a los 53 años el 12 de agosto del 2020, tres días días después de la supuesta clausura. Kaylee le dedicó su asalto a la gloria: «En los últimos 50 metros de cada carrera siempre pienso en mi padre». Fueron los determinantes. Kaylee todavía mantiene opciones de incrementar su registro en los 200 metros estilos y los 200 espalda.

Titmus, por delante en los 200

En la madrugada de hoy Ariarne Titmus habrá regresado a la piscina para batirse de nuevo con Ledecky en la final de los 200 libre, tras arrebatarle el oro en los 400. La australiana parte con la mejor marca de las semifinales, medio segundo menos que la norteamericana y es ya la gran amenaza de la reina mundial de la piscina en la distancia corta. Titmus y Ledecky se verán también en los 800, pero ahí la norteamericana parece intratable.

El primer deporte del país

Aunque por demografía Australia se queda a distancia de las potencias a las que se enfrenta, la natación es el deporte más practicado en la isla. Los resultados se ven en los ránkings del 2021 encabezados por australianas: 50, 100, 200 y 400 metros libre, en 100 y 200 espalda, y en el 200 estilos; y por los australianos en 400 y 800 libre. 9 de las 28 pruebas individuales les pertenecen.