El neerlandés, que abandonó temporalmente la competición de élite incapaz de lidiar con la presión, vuelve a su mejor nivel y logra una inesperada medalla en Tokio
28 jul 2021 . Actualizado a las 18:06 h.Tom Dumoulin era uno de los grandes corredores del pelotón mundial cuando en enero decidió que le tocaba parar. Había fichado por el equipo Jumbo-Visma unos meses antes como incorporación de renombre para un conjunto que estaba construyendo un equipo top.
La carrera de Dumoulin llevaba una temporada algo estancada y, fichando por el Jumbo, buscaba recuperar esa progresión que le había convertido en uno de los pesos pesados del ciclismo tras ganar el Mundial de contrarreloj y el Giro en el año 2017 y firmar dos segundos puestos en la carrera italiana y el Tour de Francia en el 2018. Pero su participación en Francia con sus nuevos colores no fue la esperada. El corredor de los Países Bajos se hundía cada día un poco más en la general, no respondía a las expectativas. Acabó séptimo en la Grande Boucle del 2020 y, un mes después, ni siquiera fue capaz de terminar la Vuelta a España.
Que no estaba bien era evidente. Él mismo lo sabía. Decidió retirarse del ciclismo por un tiempo indefinido en enero de este año, incapaz de lidiar con la presión, con las expectativas puestas sobre él ni con sus malos resultados. Renunció a su sueldo. Quería replantearse su trayectoria.
Siete meses después, ha vuelto. Y tras volver a enamorarse de la bicicleta, poco a poco, ha logrado la medalla de plata en la contrarreloj individual de los Juegos Olímpicos de Tokio.
Solo dos carreras este año
Durante la primavera, Dumoulin reflexionaba. Nunca llegó a alejarse del ciclismo, pero pasó de protagonista a mero espectador. Se le pudo ver en las cunetas en el mes de abril asistiendo a carreras. Reflexionaba sobre su futuro en la élite disfrutando del deporte como aficionado.
«Creo que la primavera es siempre un período muy agradable. Todo el mundo está ansioso, incluido yo mismo, por empezar de nuevo. Debo admitir que en términos de resultados nunca ha sido mi mejor época. Este será mi décimo año como ciclista profesional y nunca he brillado realmente en primavera. Espero y pienso cada año que este año funcionará. Voy a intentarlo de nuevo», explicó cuando dio los motivos de su retirada. Se lo ha tomado con calma. Sin prisas ni agobios. En el año 2021, solo corrió tres carreras antes de los Juegos. Reapareció ante el gran público en el Tour de Suiza, en mayo, donde firmó un discreto un puesto 41. Dos días después compitió en los campeonatos nacionales de su país. Se proclamó campeón de los Países Bajos en contrarreloj, una especialidad en la que no tenía demasiados rivales, pero no logró terminar la prueba en línea. Abandonó.
Nadie esperaba su fulgurante regreso a Tokio. Y menos tras su discreta actuación del lunes en la prueba en ruta (un puesto 44). Pero Tom Dumoulin tenía guardada una sorpresa para todos. Y una esperanza. El día después de que Simon Biles anunciase que debía parar, Dumoulin demostró que esa decisión puede ser un enorme acierto. El neerlandés del Jumbo-Visma celebró su segundo puesto junto a Primoz Roglic en el podio. El esloveno, compañero de equipo y nueva medalla de oro, sabe mejor que nadie el sufrimiento que ha pasado Dumo.