Un cohete con cuatro motores

DEPORTES

Fernando Bizerra

Así fueron los cinco años para construir el K4 volador que logró la plata

09 ago 2021 . Actualizado a las 10:10 h.

En cuanto el K4 500 español se bajó del podio del canal Sea Forest, se dirigió a donde estaba su entrenador, Miguel García. Allí, todos se fundieron en un abrazo con El Abuelo, el hombre que guio las cinco medallas olímpicas de Saúl Craviotto, y al que Carlos Arévalo le coloca su medalla de plata al cuello, porque siente que el éxito también es suyo. El técnico asturiano desgrana aquí las claves del podio en la prueba reina del piragüismo de Tokio.

EL AMBIENTE

«El trabajo es duro, así que intentamos formar grupos con un buen ambiente»

«Ya para otros proyectos anteriores, nosotros tenemos una forma de trabajar y de formar un grupo amplio de entrenamiento que va más allá de las condiciones físicas puras. El trabajo en el piragüismo es duro, muchas veces con mal tiempo, así que intentamos formar grupos con buen ambiente, buen rollo, compañerismo. Unos tienen que tirar de otros, así que juntamos piragüistas de diferentes niveles y edades, eso no es un problema. Unos azuzan a otros y otros aprenden, pero es importante que haya bromas, un ambiente distendido en el que se comenten entre ellos los problemas con la novia o el partido de fútbol del día anterior. En mi forma de trabajar, el grupo humano es clave».

LA CRIBA

«Empezamos con unos 12 o 14 palistas»

«En el K4 empezamos los entrenamientos con un grupo de 12 o 14 palistas de diferente nivel, algunos de élite y otros de categoría sub-23 o inferiores. A lo largo del ciclo olímpico, se va haciendo la selección, como en un embudo. Como no todos tienen sitio en el K4, se va orientando a algunos a otras pruebas. Y ese proceso, por el límite de plazas de kayak, converge a un año de los Juegos en seis piragüistas [los olímpicos definitivos más Cristian Toro y Carlos Garrote], de los que saldrán los cuatro elegidos».

LA MARCHA DE TORO

«Arévalo se agarró con uñas y dientes y se acopló al barco a la perfección»

A algo más de un mes del Mundial del 2019, Cristian Toro renunció a competir por el agotamiento mental que le producía ejercitarse en Trasona, lejos de su familia, aunque más tarde retomó sus entrenamientos en Madrid para optar a la plaza en el K4. Su ausencia propició que Arévalo compitiese en ese Mundial, donde el barco español logró la plata tras acoplarse en un tiempo récord: «Carlos siempre había estado ahí, como un candidato desde la primera palada del proyecto. Tuvo a su favor que no se rindió nunca, al contrario de otros que prefirieron tomar otros caminos. Él, si se quedaba fuera, se montaba en el segundo K4 y seguía formándose para entrar al barco si se presentaba una oportunidad. En ese 2019 ya había hecho test con el K4 titular. Así que, cuando Cristian tuvo ese bajón y no era capaz de asimilar las circunstancias que le rodeaban, ahí estaba listo Arévalo, que se agarró con uñas y dientes y se acopló al barco a la perfección. En pocas semanas coordinamos el barco gracias a que Carlos ya venía trabajando con nosotros».

LOS PERFILES

«Redistribuimos la potencia en el barco»

Craviotto, Toro y Arévalo solían competir en 200 metros, y Germade y Cooper venían del 1.000, pero Miguel García matiza esas diferencias: «Lo ideal es montar el K4 500 con gente de 200 y 500 metros, compensándolo. Pero Rodri y Marcus rinden en 500, no son gente pura del mil, sino que tienen velocidad. Luego ajustamos las posiciones, y en lugar de ir delante Craviotto y Arévalo, pusimos a Cooper detrás de Saúl. Redistribuimos así la potencia en el barco, con más fuerza atrás, y así arrancaba mejor».

LA TÉCNICA

«Todos se adaptaron a la manera de palear de Saúl»

Craviotto va delante y es el líder del K4, así que sus compañeros adaptaron su palada a la del marca, «que es más larga, con mucho tiempo de apoyo en el agua y torsión para acelerar», explica García. «La palada de Cooper era la más parecida a la suya. Todos se adaptaron a la manera de palear de Saúl. El barco sale con una frecuencia de 170 paladas por minuto y baja a las 130 en su velocidad de crucero», añade.

«Germade se acopla muy bien y favorece el deslizamiento del barco»

El piragüista que cierra un K4, a nivel aficionado, suele ser el de menor nivel o el que tiene alguna carencia, aunque en el barco subcampeón olímpico Rodrigo Germade no responde a ese perfil. «El piragüista menos ajustado, si va atrás, desacopla menos el barco. Pero en realidad el piragüista que ocupa esa posición, el que va atrás, es fundamental para que el barco deslice bien, para que todos tengan esa sensación de que avanzan de manera fluida. La forma como acelera el cuatro, como suelta el agua, sin estropear los ángulos, es algo extremadamente complicado, y Rodri lo hace a la perfección. Y lo sabe gracias a que ha pasado por todos los puestos posibles en diferentes K4 durante estos años», explica Miguel García.

Un puesto delicado

A sus 30 años, Germade aporta esa seguridad al K4 desde la posición más retrasada. «Por su experiencia se acopla muy bien a ese puesto y favorece el deslizamiento. Todos empujan y lanzan el barco, todos, pero Rodri da ese punto, no corta el deslizamiento de la embarcación, sino que suelta el agua de forma que el K4 se desliza. Es un puesto muy delicado y para ser muy bueno se necesita a alguien con experiencia y un profundo conocimiento de la forma de palear», añade el seleccionador del proyecto estrella del piragüismo español.

«Arévalo es un portento físico, llamado a más éxitos»

Aunque tiene 27 años, su progresión continúa, así que el seleccionador del K4 ve a Carlos Arévalo con un largo y potente futuro por delante. «Es un portento físico, alguien llamado a lograr más éxitos. Cuando llegaron al equipo en el 2011, tanto él como Toro, se veía que eran portentos, así que solo intentamos corregirles el tema de la técnica, del tacto en el agua, porque el paleo requiere eficiencia y eficacia», explica Miguel García, que da otra clave: «Encima es una persona que trabaja duro y se deja aconsejar. Carlos confía en todo lo que hacemos y va ciego a por ello, sin plantear dudas. No pregunta, lo hace. Tiene muy buenas condiciones y es un torín a nivel de vatios y caballos de potencia».