Arrancó en 2017 pero no ha tenido el éxito esperado. Kimoa, la marca textil que el piloto ovetense puso en marcha para diversificar sus inversiones ya no es propiedad suya al 100%. Tras acumular unas inesperadas pérdidas por un total de tres millones de euros y con un pasivo a largo plazo de 7,4 millones, Alonso ha decidido vender el 75% de la firma a una sociedad norteamericana, Revolution Brands, que también está especializada en artículos de moda urbana. Alonso seguirá siendo su imagen pública a través de las gorras, gafas de sol, patinetes o camisetas, con el escaparate de fondo de la Fórmula 1.
Las cuentas de Quimoalar, la sociedad sobre la que pivota todo el negocio, reflejan que en 2020 la sociedad perdió 650.000 euros, según publica el diario Cinco Días. La marca fue creada por Alonso y su entorno más cercano: Alberto Fernández, El Galle, un amigo de confianza que sigue todos sus pasos, fue su administrador único y en la sociedad también estaba presente Luis García-Abad, su representante desde sus inicios en la F1. En «Fernando», el documental de Amazon Prime, el piloto abrió sus puertas de la empresa para poder ver los entresijos del proyecto.
«Creamos Kimoa con un alma sostenible y un espíritu de no rendirse nunca, inspirado en los deportes de motor. Es un honor seguir llevando el logotipo de Kimoa, construyendo la marca y dando la bienvenida a la familia a todos los que comparten nuestra visión», afirma Fernando Alonso. La empresa tiene su sede en Miami y aspira a extender la marca a 50 nuevos emplazamientos en Estados Unidos en dos años. El precio total de la transacción no se ha hecho público.