Idea y cabezonería de Luis Enrique, una selección muy previsible

Manuel García Reigosa
M. G. Reigosa EL PERISCOPIO

DEPORTES

Pablo GarciaRFEF

04 sep 2021 . Actualizado a las 16:22 h.

En el fútbol, a menudo, los resultados distorsionan el análisis y eso es lo que sucede con la España de Luis Enrique. En la Eurocopa se clasificó segunda para octavos de final, por detrás de Suecia, con poca gloria y bastantes dudas. Apeó a Croacia en un partido que nunca debió llegar a la prórroga, en el que se vio inesperadamente contra las cuerdas cuando parecía tenerlo controlado. Sufrió ante una Suiza que acabó con diez, en un duelo que se decidió en los penaltis. Paradójicamente, se fue a casa tras completar su mejor encuentro ante Italia y ceder en la tanda de los once metros. Y ahora, tras caer ante Suecia, ve cómo se le complica el futuro camino del Mundial de Catar.

En todos estos partidos hay un denominador común: la idea y cabezonería de Luis Enrique. Es una idea valiente, una apuesta clara por la posesión de balón, por tratar de robar siempre el esférico muy arriba, asumiendo riesgos al dejar mucho espacio a la espalda de la defensa. Y no hay más registros. España viene jugando así independientemente del rival y del devenir de las contiendas, sin un plan b. La personalidad es una cosa y la tozudez otra. Lo demuestran los equipos que saben jugar en función del marcador. Lo demostró Italia en las semifinales, cuando renunció al cuerpo a cuerpo viendo que perdía esa batalla, para optar por el repliegue y el contragolpe.

Al acabar el partido ante Suecia le tocó a Jordi Alba el complicado trance de analizar el duelo. Defendió esa idea de fútbol que quiere Luis Enrique y a la que los jugadores se entregan con convencimiento. Pero al echar la vista atrás y ver los últimos expedientes emerge una conclusión preocupante: España tiene mandíbula de cristal, porque con muy poco se va a la lona, y tiene dientes de leche, le cuesta una barbaridad chutar entre los tres palos. Los rivales lo saben, saben cómo cerrar los espacios y cómo buscar las transiciones rápidas, porque enfrente tienen un equipo muy previsible, de los de sota, caballo y rey. Hace un fútbol de ajedrez, no está sobrado de talento individual y todo ello se traduce en la realidad que le toca vivir: la clasificación para el Mundial de Catar peligra. Palabras mayores.